Tres administraciones estatales y siete años han pasado sin saber el paradero de Karla Romero Tezmol, uno de los casos de desaparición emblemáticos de Tlaxcala y probablemente vinculado a las redes de trata de personas.
El pasado 13 de enero se cumplieron siete años de la desaparición de Karla que en 2016 tenía 11 años de edad.
Ese día, salió de su casa ubicada en el barrio El Cristo, en el municipio de San Pablo del Monte, para dirigirse a la primaria donde fue secuestrada durante el trayecto por sujetos a bordo de un automóvil.
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El caso de Karla es emblemático en el estado porque la exigencia de familiares y organizaciones sociales visibilizó la violación a los protocolos de búsqueda de personas en la entidad y la obstaculización sistemática de la justicia para las mujeres tlaxcaltecas en un contexto de trata de personas con fines de explotación sexual.
El caso derivó en la recomendación 83/2018 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) dirigida al gobierno estatal por violación a los derechos humanos de acceso a la justicia en la modalidad de procuración de justicia en agravio de cuatro personas y al interés superior de la niñez, todos estos actos atribuibles a los servidores públicos de la Procuraduría General de Justicia del Estado, en ese entonces a cargo de Alicia Fragoso durante el gobierno de Mariano González Zarur.
Entre los obstáculos que impidieron la localización y acceso a la justicia de Karla Romero, se encuentran que la PGJE pidió a los padres no difundir información, emitió tardíamente la Alerta Amber, la procuraduría aviso hasta el 4 de febrero, es decir, 22 días después de la desaparición, a la Coordinación de Alerta Amber México para la activación del mecanismo, además de que radicó un acta circunstanciada por el hecho y no una Averiguación Previa lo que impidió que se tratara como la comisión de un delito.
Hoy, desde redes sociales, los padres de la menor desaparecida la recuerdan y mantienen la exigencia de justicia.
«7 años sin ti. Otro año sin ti, y me duele, me duele que estés en mi pasado y no en mi presente. este dolor lo llevo a dónde quiera que vaya, no sabes cómo te he llorado por las mañanas, por las noches incluso por la madrugada cuando todos duermen. no te olvido, siempre te tengo presente y vivo con la esperanza de que algún día pueda abrazarte te escribo con la esperanza de que algún día puedas leerme.
«Le pido a Jehová que te cuide en dónde quiera que estés y que te ayude a regresar a casa y a mi que me dé fuerzas para aguantar tanto dolor en mi corazón, tu hermana te espera tu hermano por igual. y tú papá… el guarda mucho dolor en su corazón le cuesta expresarlo , el y yo platicamos de ti pero a veces también recordamos de manera individual en mi caso siempre termino llorando te amo tanto KARLA. en casa todos te esperamos.»
Por: Iván Muñoz
Foto: Especial
