En su visita a Puebla, el secretario de Gobernación federal, Adán Augusto López Hernández, supo eludir la trampa que le había preparado para simular el “destape” de uno de los aspirantes a la gubernatura y, con oficio y experiencia, convirtió su estancia en una visita con énfasis oficial y también en una jornada de promoción personal como “corcholata” presidencial.
Llegó la señal y fue inequívoca: no hay favorito ni del Palacio de Bucareli, ni de Palacio Nacional, respecto de Puebla y 2024.
En el centro de los hechos del viernes, también quedó enfática la operación del gobernador poblano Sergio Salomón Céspedes Peregrina, quien supo construir y darle, en sincronía con los equipos de Gobernación federal y estatal, un carácter institucional a la presencia del tabasqueño en Puebla.
En cambio, para otros la jornada se convirtió en un oscuro viernes 13, pues fracasó el mitin de “unción formal” como habían anunciado amanuenses y voceros.
Adán el justo
Desintoxicado de las versiones que intentaron sembrar los operadores antagónicos, el gobernador con licencia de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, enfatizó que el Gobierno Federal lopezobradorista respalda, reconoce y apoya al Gobierno de Puebla, que desde hace un mes encabeza Céspedes Peregrina.
El titular de la política interior de México encabezó, como principal acto de su gira -como se acordó días antes con su equipo-, la reunión con el mandatario poblano, con su gabinete y con los diputados del Congreso local.
Con tono muy relajado, contó anécdotas, evocó su amistad con el desaparecido gobernador Miguel Barbosa Huerta, con quien caminó codo a codo por varias décadas en la izquierda y con quien fue compañero en el Senado de la República.
También tuvo la pausa y la contundencia para referirse a la actual administración: “yo estoy seguro que Sergio está a la altura de las circunstancias y que el Congreso del Estado de Puebla no se equivocó al tomar la decisión de nombrarlo como gobernador”, dijo en el encuentro en Casa Puebla, frase que se reprodujo en el boletín oficial de la Secretaría de Gobernación federal.
La reciprocidad vino del gobernador Céspedes: “tenemos la presencia del secretario de Gobernación acá, ¿qué significa esto para mí?, significa que el presidente Andrés Manuel López Obrador refrenda, en este día tan importante, su compromiso con el estado de Puebla y lo hace con todos y cada uno de ustedes, sabemos de la importancia que tiene Puebla para el gobierno federal”.
En el acto en que también intervino el secretario de Gobernación estatal, Julio Miguel Huerta Gómez, con un reconocimiento al liderazgo y legado de Miguel Barbosa, vino al final un diálogo de López Hernández con periodistas y legisladores.
Adán la corcholata
Tras el encuentro oficial y central de la gira, Adán Augusto se aflojó la corbata -metafóricamente-, para reunirse con empresarios.
La llegada a Puebla del tabasqueño se dio con una conferencia de prensa, en la que aseguró que no sería en Puebla “réferi” para levantar manos y descartó apoyo a las aspiraciones del diputado federal Moisés Ignacio Mier Velazco.
Si bien Adán descartó respaldo a Mier, lo reconoció como su “amigo”.
Pero desde el miércoles de la semana anterior, el titular de Gobernación había buscado personalmente por teléfono al presidente del Senado de la República, el poblano Alejandro Armenta, para invitarlo al acto en el Centro de Convenciones.
Adán el demócrata
El acto en el Centro de Convenciones de la capital poblana trajo el mensaje contundente: no hay favoritos, desde la visión del gobierno federal, en Puebla.
Aunque Adán Augusto había dicho apenas unas horas antes -ese viernes- que no era réferi parea levantarle la mano a nadie, en cambio, lo hizo pero con carácter de demócrata: fue a los dos.
Tras ese viernes 13, Moisés este domingo adelantó que, cuando se valide su ausencia de apoyo mayoritario de la gente y de Morena, se sumará a quien tenga la fuerza y la mayoría.
“Que el calendario no venga con prisas” (ditix Joaquín Sabina)… pero llegará.