El futuro gobierno de Andrés Manuel López Obrador enfrentará una desaceleración de la economía del país en 2019 y mayor inflación, según previsiones del Banco de México (Banxico) para ambas variables presentadas este miércoles.
Para 2018 recortó la parte superior de su rango al quedar en 2%-2.6%, desde un previo de 2%-3%.
El factor principal por el cual la entidad recortó sus previsiones del PIB fue la contracción de 0.2% de la economía en el segundo trimestre del año debido a una baja en las actividades agropecuarias y en las industriales.
«Es el principal elemento que está detrás (de la reducción) (…) no era lo que se anticipaba», dijo el gobernador de Banxico, Alejandro Díaz de León, en conferencia de prensa para presentar el documento.
Respecto a los precios al consumidor, el banco central elevó sus estimaciones para los próximos trimestres, tanto de lo que resta de este año como para los de 2019.
«La revisión al alza se explica por una mayor contribución esperada de los energéticos», explicó.
Sin embargo, la entidad espera que el efecto sea transitorio.
López Obrador asumirá la presidencia el primero de diciembre, fecha comprendida en el cuarto trimestre del año para el que Banxico elevó su pronóstico de inflación a una tasa general de 4.2% anual, desde un previo de 3.8%. Con ello, la próxima administración federal empezará con la inflación por encima de la meta del banco central, que es de 3% más/menos un punto porcentual.
Para el trimestre en curso, el tercero de 2018, la estimación se elevó a 4.8% desde un previo de 4.3%. Para el periodo de enero-marzo de 2019, la institución subió a 3.8% su cálculo desde un previo de 3.3%. En ese lapso ya estaría dentro de la meta, pero aún en la parte alta.
Hacia el cierre del cuarto trimestre de 2019, la inflación terminaría en 3.3%, desde un previo de 3.1%.
«Se prevé que la trayectoria de convergencia de la inflación general hacia su meta se vea retrasada, fundamentalmente, por el comportamiento de la inflación no subyacente», añadió Banxico.
Díaz de León aclaró que la revisión al alza de sus estimaciones para la inflación no están relacionadas con el cambio en la metodología usado por el INEGI para calcularla, cuya primer resultado se publicó para la primera quincena de agosto e indicó una desaceleración justamente por las alzas en las gasolinas .