El sinsabor de la derrota humana es permitido por Dios para que reconozcamos nuestra flaqueza. El fracaso en lo humano marca la dependencia del creador
Hoy han transcurrido 247 días y faltan solo 118 días para concluir este año 2018, la Iglesia Católica celebra a San Bonifacio I, San Caletrico de Chartres, San Fredaldo de Mende, Santa Ida de Herzfeld, Santa Irmgarda de Süchteln, San Marcelo de Chalons-sur-Saone, San Moisés profeta, Santa Rosa de Viterbo y a Santa Rosalía.
San Moisés profeta
Salvado de las aguas. Criado junto al Faraón. Elegido para salvar a su pueblo. Instrumento de Dios en las plagas. Caudillo desde el mar Rojo. Y ya en el desierto, el hombre de la Alianza: Amigo de Dios, padre del pueblo, legislador, juez, guerrero, libertador…
Es el hombre fuerte como un titán que se resiste a aceptar las debilidades de su pueblo.
Dios permite su fracaso. Viendo ya la Tierra Prometida, muere con la esperanza incumplida de entrar en la tierra de Canaán.
El que extendió su mano en el mar y lo secó o hizo brotar agua de la roca en el desierto, o consiguió de Dios el maná y las codornices para quitar la hambruna no disfruta su máximo proyecto humano: entrar en la Tierra de Promisión.
El sinsabor de la derrota humana es permitido por Dios para que reconozcamos nuestra flaqueza. El fracaso en lo humano marca la dependencia del creador.