El último reporte sobre muertes violentas contra personas LGBTI+ indica que Puebla registró tres casos de miembros de la comunidad violentamente asesinados; en Tlaxcala no hay registro, según el informe «Muertes violentas de personas LGBT+ en México» que realiza la organización civil Letra S, Sida, Cultura y Vida Cotidiana.
El informe señala que en los últimos cinco años la organización ha documentado 461 muertes violentas, sobre todo de mujeres trans y personas gay, homosexuales y hombres.
Los estados más violentos para la comunidad son Veracruz y Chihuahua, y los lugares donde la mayoría de las personas asesinadas fueron encontradas refieren el domicilio de la víctima y la vía pública.
De acuerdo con el último reporte de 2021 del INEGI sobre la población LGBTI, Puebla es la sexta entidad con población que se reconoce de la diversidad sexual. Los datos refieren que hay 267 mil 79 personas mayores de 15 años que pertenecen a la comunidad.
Por su parte, Tlaxcala es la entidad 28 con población de la diversidad con 62 mil 685 personas.
Los estados con mayor número de personas LGBTI+ y que se debe al grueso de su población, son Estado de México con casi un millón, Ciudad de México, Veracruz y Jalisco.
Sin embargo, por porcentaje Tlaxcala supera a Puebla con el 6.1 por ciento contra el 5.4 por ciento de la población que se reconoce parte de la diversidad sexual; los estados con mayor población son Durango, Aguascalientes, Querétaro, Colima, Morelos, Guerrero, Yucatán y Campeche con una cifra superior al 8 por ciento.
La numeralia del Inegi además revela que la mayor parte se identifica como bisexual y solo uno de cada tres se identifica como gay, homosexual o lesbiana.
El último dato que destaca es que en al menos los últimos cinco años las menciones sobre temas como la identidad de género, la orientación sexual y la diversidad sexual en México aumentaron; es decir, dejó de ser un tema tabú para ganar terreno en el plano discursivo, aunque en la realidad prevalece la discriminación, la homfobia y la violencia, como lo demuestra Letra S, con las más de 400 personas LGBTI asesinadas en México.
La organización detalla que en la muerte de estas personas se identificaron golpes, tortura, fueron atados, agredidos sexualmente y algunos quemados, lo que evidencia que se trató de crimenes de odio.
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