Washington no pierde tiempo y mientras miles de migrantes centroamericanos atraviesan México, refuerza su frontera.
Más allá de darles a entender a los migrantes de Honduras, El Salvador y Guatemala ―que huyen de la miseria y la violencia de sus países en busca de una vida mejor en EE.UU.― que no son bienvenidos, el Gobierno de EE.UU. no escatima esfuerzos en fortificar su frontera con México con alambre de púas y el despliegue de miles de soldados, reforzados con drones y helicópteros.
El viernes los militares comenzaron a colocar alambre de púas en el puente fronterizo de McAllen-Hidalgo-Reynosa, en Texas, que se extiende a lo largo del río Bravo.
El intensivo refuerzo fronterizo también se observa en otras partes del estado, así como en Arizona y California.
El mandatario estadounidense aseguró este sábado que observó “el bonito alambre de púas” que estaban colocando. “El alambre de púas utilizado de manera apropiada puede ser una escena hermosa”, señaló Trump en Belgrade (estado de Montana) durante una campaña de apoyo al candidato republicano Matt Rosendale en vísperas de las elecciones.
Como dijo esta semana en una rueda de prensa el general Terrence O’Shaughnessy, jefe del Mando del Norte del Ejército estadounidense, EE.UU. tiene “suficientes concertinas para cubrir hasta 22 millas [35 kilómetros]” de su territorio fronterizo, y encima tiene concertinas adicionales con las que se puede cubrir más de 150 millas más (241 kilómetros).
La Administración de Donald Trump ordenó el despliegue de unos 5.200 soldados en la frontera para finales de esta semana con el objetivo de prevenir el ingreso ilegal de la caravana de migrantes que están atravesando México.
Las tropas se unen a unos 2.000 miembros de la Guardia Nacional y para el viernes llegaron a ser 3.500, entre ellos, unos 1.100 marines en California, según Stars and Stripes.
El miércoles Trump aseveró que en la frontera podrían ser desplegados hasta 15.000 militares para frenar a los migrantes.
Si finalmente Washington despliega 15.000 efectivos en la frontera, el número superará el de militares estadounidenses desplegados actualmente en Afganistán, que son 14.000.
El precio a pagar por el despliegue militar podría alcanzar 200 millones de dólares para finales de este año y aumentar aún más el año que viene si el Gobierno continúa haciéndolo, según cálculos de The Washington Post.
La ONU estima el número de migrantes que se dirigen a EE.UU. en unas 7.000 personas. Según la Secretaría de Gobernación de México, alrededor de 5.347 centroamericanos han transitado en las últimas semanas por la frontera sureña con Guatemala, con aproximadamente 1.000 personas registradas en Oaxaca y otras 4.347 en Veracruz.