El cambio climático desencadena unas condiciones meteorológicas extremas en Estados Unidos, hechos que hace una década, cualquiera de estos acontecimientos se habría considerado como una aberración.
Inundaciones catastróficas en el valle del Hudson, en Nueva York. Una cúpula de calor implacable sobre Phoenix. Temperaturas oceánicas que alcanzan los 32 grados Celsius en la costa de Miami. Un sorprendente diluvio en Vermont, un raro tornado en Delaware, todo en una semana.
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Poe ello, la gobernadora demócrata de Nueva York, Kathy Hochul, define eso como “nuestra nueva normalidad”.
De acuerdo con e Times, a lo largo del mes pasado, el humo de los incendios forestales de Canadá cubrió las principales ciudades del país, una ola de calor abrasador azotó Texas y Oklahoma y lluvias torrenciales inundaron partes de Chicago.
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Y es probable que se haga más extremo. Este año, el poder de El Niño ―que se desarrolla en el océano Pacífico― está a punto de liberar más calor en la atmósfera, lo que provocará más fenómenos meteorológicos extremos en todo el mundo.
Y, sin embargo, aunque las tormentas, los incendios y las inundaciones sean cada vez más frecuentes, la mayoría de los ciudadanos no piensan en el cambio climático. Según una encuesta reciente de NPR/PBS NewsHour/Marist, en un país centrado en la inflación, los escándalos políticos y las rencillas entre famosos, solo el 8 por ciento de los estadounidenses identificó el calentamiento global como el problema más importante que enfrenta el país.
A medida que los desastres climáticos se vuelven más comunes, podrían perder su capacidad de impacto. Un estudio de 2019 concluyó que la gente aprende a aceptar el clima extremo como normal en tan solo dos años.
Foto: Especial