“El subdesarrollo no es que no tengamos recursos necesarios, sino el cómo están repartidos estos mismos.”: Dr. Medina Núñez.
El Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente (IIMA) Xabier Gorostiaga SJ., de la Universidad Iberoamericana Puebla fue el organizador de la presentación del libro Minería extractiva en América Latina.
Ésta corrió a cargo de Ignacio Medina Núñez autor de la obra; fue comentado por Jorge Eduardo Morales Sierra, responsable de la mesa DESCA en el Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría SJ. (IDHIE) y Francisco Cravioto Lagos, de la Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental; y moderado por José Rosario Marroquín Ferrara, SJ., académico del IIMA.
Previo a la presentación de este documento, la Dra. María Eugenia Ibarrarán Viniegra, directora del IIMA de la IBERO Puebla señaló que el texto del Dr. Medina Núñez es una muestra de la crisis que vive México y América Latina en este tema, así como la preocupación del Instituto a su cargo por generar espacios de reflexión que contribuyan a revertir este fenómeno.
Por su parte, el Mtro. Morales Sierra habló sobre los mecanismos que aborda el libro y que están generando una situación de devastación en diversos ámbitos, no sólo ambientales.
También abundó que en la actualidad, la preocupación sobre las minerías se ha generalizado, puesto que su impacto involucra actos laborales, económicos y de salud. Asimismo, el especialista destacó que el libro también hace un recuento de cómo cada proyecto que se lleva a cabo incide directamente en las condiciones y ámbitos de vida en el Continente, así como las ganancias tan lucrativas que han generado que la minería tenga tanto auge en el mundo.
Además, el Mtro. Eduardo Morales comentó que a partir de los años 80 es que se da el incremento del modelo extractivistas, el cual ha sido salvaje, depredador y carente de sentido, pues son los que han generado una masacre al ecosistema, “tan solo en México hay más de 100 casos de resistencia ante 37 proyectos de extracción”.
Finalmente, el investigador de la IBERO Puebla argumentó que el modelo y regulación de la extracción en México, solo refleja la debilidad de las Instituciones públicas ante el capital privado, la corrupción y el terror de Estado que solo ve por los intereses particulares y no por el bien común.
Mientras tanto, en su intervención, el Mtro. Cravioto Lagos habló sobre la desregulación, afectaciones y conflictos que existen en torno a este tema en México y sobre la inexistencia de una minería sostenible, pues sostiene que los recursos explotados son recursos no renovables, por lo tanto, no puede existir un término de esa naturaleza.
El integrante de la Asamblea Veracruzana explicó que como menciona el Laudato Sí del Papa Francisco, el ser humano no está aislado del medio ambiente y pese a ello la minería en nuestro país opera con toda tranquilidad, pese a los conflictos sociales, las empresas y el gobierno ha dejado de lado los costos externos, mismos que van en detrimento del medio ambiente, el territorio y la salud de las personas. En ese sentido, el especialista comentó que el costo es mucho mayor ya que no solo erosiona el suelo que trabaja, sino que en 10 o 15 años que tiene de vida útil una mina ésta se abandona junto con su población sin considerar que el tiempo para regenerarse es 50 veces más que eso.
Para concluir, el Mtro. Francisco Cravioto destacó la importancia de implementar un sistema económico distinto, el cual haga que todos los costos sean absorbidos por las empresas extractoras, pero para ello será fundamental modificar la Constitución, de no hacerlo estaríamos perdiendo el tiempo. “Las minerías ejercen el 1% del producto interno bruto, por lo que ni siquiera resulta redituable para la economía del país”.
Finalmente, el autor del libro, el Dr. Medina Núñez dijo que su obra busca abordar dos factores importantes, el extractivismo minero y el deterioro ambiental en América Latina, modelos que solo han desarrollado desigualdad y pobreza. “La importancia que ha tenido la minería en la historia de América Latina es histórica, así como los daños de los desperdicios tóxicos que emanan, las cuales han acabado con el agua de mares, ríos y subsuelos, lo cual pone en peligro la subsistencia del hábitat, pero también la del ser humano”.