Nacido en los barrios pobres de Kingston en la década de 1960, el reggae refleja los momentos difíciles y las luchas, pero también la música alegre.
La UNESCO ha declarado el reggae, la música jamaiquina que se extendió por el mundo con su llamado a la justicia social, la paz y el amor, como un tesoro global que debe ser protegido.
Nacido en los barrios pobres de Kingston en la década de 1960, el reggae refleja los momentos difíciles y las luchas, pero también la música alegre para bailar con un ritmo distintivo.
Su intérprete y compositor más famoso, el difunto Bob Marley, se convirtió en una superestrella con éxitos como “No Woman, No Cry” y “Get Up, Stand Up”. Otras figuras notables incluyen a Jimmy Cliff y Toots and the Maytalls.
Artistas como la banda británica The Clash incorporaron su ritmo pegadizo y sus políticas a su propia música, ampliándolo a una audiencia mayor y llegando a lugares como Reino Unido, Brasil y África.
“Su contribución al discurso internacional sobre temas de injusticia, resistencia, amor y humanidad subraya la dinámica del elemento, siendo al mismo tiempo cerebral, sociopolítico, sensual y espiritual”, dijo la UNESCO en un comunicado.
La UNESCO, que es la agencia cultural de Naciones Unidas y tiene sede en París, emitió su dictamen en una reunión esta semana.