Además, como parte de su sentencia el integrante de la organización internacional de trata deberá pagar un millón 305 mil dólares como reparación del daño a las víctimas.


La jueza federal, Kiyo Matsumoto, de la corte del Distrito Este de Nueva York, sentenció a ocho años de prisión y multa de un millón 305 mil dólares a Raúl Granados Rendón quien se declaró culpable del delito de tráfico de personas con fines de prostitución forzada que operaba desde el municipio de Tenancingo, Tlaxcala a la Costa Este de Estados Unidos.

Con base a la información dada a conocer en la cuenta oficial de Twitter de la Oficina del Fiscal Federal para el Distrito Este de Nueva York, se tuvo conocimiento que el día 3 de diciembre la jueza federal emitió su veredicto respecto al caso de Raúl quien operaba una red de prostitución con otros miembros de su familia, que a través de engaños y promesas falsas de matrimonio enganchaban a sus víctimas y las trasladaban de manera ilegal a Estados Unidos donde eran obligadas a prostituirse.

Sobre ese caso, la Fiscalía Federal del Distrito Este destacó que «con la sentencia de hoy, Raúl Granados-Rendón es el último miembro de la operación de tráfico sexual en México de su familia que se hará responsable de acosar a innumerables mujeres y beneficiarse de su explotación y deshumanización».

Además, subraya que «esta acusación y sentencia marcan otro resultado importante en un compromiso de casi una década por parte de esta Oficina y nuestros socios de la ley para obtener justicia para las víctimas».


También, la autoridad informó que desde octubre de 1998 hasta diciembre de 2011, Raúl Granados participó en una conspiración de tráfico sexual con otros miembros de la familia Granados para contrabandear a numerosas mujeres jóvenes de México a Nueva York y obligarlas a trabajar como prostitutas en la ciudad de Nueva York y en otros lugares.

Una vez en los Estados Unidos, las víctimas fueron objeto de violencia, amenazas y agresiones sexuales por parte de los acusados, además Raúl “ordenó a una de sus víctimas que enseñara a otra víctima, «Jane Doe», a cómo prostituirse.

Cuando Jane Doe no generó tantos ingresos como otras víctimas de la familia Granados, el acusado la maltrató físicamente, arrastrándola del pelo a un baño y forzando su cabeza en un fregadero. El acusado también ayudó a transportar a otra víctima de regreso a México después de que su hermano la preñó y fracasó en sus esfuerzos para inducir un aborto”.

“La investigación, el enjuiciamiento, la acción de cumplimiento bilateral y las extradiciones de los acusados detenidos en México se coordinaron a través de la Iniciativa bilateral de control de la trata de personas entre los Estados Unidos y México”, agrega el comunicado.

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