También pide celebrar los 500 años de la iglesia peregrina y el don de la eucaristía.
El obispo de la Diócesis de Tlaxcala, Julio César Salcedo. A quino llamó a los feligreses a trabajar para construir un mundo más humano en el año 2019, toda vez que este 2018 estuvo marcado por actos violentos y signos de muerte.
Para eso, dijo que el Jubileo “nos ayudará a impulsar nuestra identidad evangelizadora que brota de la Eucaristía, manantial y, al mismo tiempo, cumbre de toda la evangelización; nos llevará a comprometernos en construir la paz en nuestro mundo marcado por tanta violencia, y de modo particular hoy, por tantos signos de muerte”.
En ese sentido, el representante de la iglesia católica enfatizó el mensaje principal para esta Navidad, es celebrar la historia de la Diócesis y agradecer la presencia de Jesús entre la población del estado de Tlaxcala.
Pero además, celebrar “la semilla del Evangelio sembrada en nuestra tierra; el don de la Eucaristía, celebrada por primera vez hace quinientos años; los frutos de santidad en nuestro pueblo, los santos mártires Cristóbal, Antonio y Juan; los 500 años de la Iglesia peregrina en Tlaxcala, bajo la mirada de María; 500 años de misericordia de Dios; y el proceso que estamos realizando en la elaboración del nuevo Plan Pastoral”.
Mencionó que el Papa Francisco comparte que todos se quejan del río devastador de miseria que experimenta nuestra sociedad con formas de miedo, opresión, arrogancia, iniquidad, odio, barreras, abandono del medio ambiente, entre otras conductas; no obstante, afirma que “los cristianos experimentamos cada domingo que este río en crecida no puede hacer nada contra el océano de misericordia que inunda el mundo.
La Eucaristía es la fuente de este océano de misericordia porque, en ella, el Cordero de Dios inmolado, pero que está en pie, hace surgir de su costado abierto ríos de agua viva…
La misericordia entra así en las venas del mundo”. En su mensaje de Navidad, Salcedo Aquino pide a la feligresía que abran las puertas a Cristo, “como nuestros antepasados lo hicieron hace 500 años. La Eucaristía es, ha sido y será fuente de vida y de misericordia”.