Las filas son enormes; hay que esperar hasta 60 minutos para conseguir litros de gasolina magna a precio de oferta, no visto en meses: 17.96 pesos
Sí, en Puebla capital es posible comprar «gasolina barata»; pero lograrlo requiere mucha paciencia y otro poquito más, especialmente, si se hace a hora pico y acompañado de la familia completa.
Este miércoles, 9 de enero, una noticia corrió como pólvora: había una gasolinera, en avenida Las Torres, que daba cada litro de combustible hasta uno o dos pesos más barato que en otros lados, según donde se comparara.
Las filas de clientes no se hicieron esperar. Tampoco era realmente raro en el establecimiento, que tiene fama de dar cargas «completas»; pero adquirir en 17.96 pesos cada litro de gasolina magna, resultó una ganga tan tentadora que, literalmente, cientos de poblanos no pudieron resistir.
Sin embargo, las cosas -especialmente, a nivel de tráfico vehicular- se complicaron cuando pasaron de las seis de la tarde. A esa hora, era necesario esperar entre 50 y 70 minutos para hacer una carga del volumen que fuera.
Había más de cinco filas en movimiento constante y los despachadores y acomodadores hacían su mejor esfuerzo para agilizar el servicio; pero al menos dos de ellas se extendían sobre avenida Las Torres, invadiendo el carril de baja velocidad y generando caos vehicular.
Mentadas de madre era lo menos que, en ocasiones, recibían los clientes de la estación, mientras los agentes de tránsito municipal preferían ignorar el caos que por momentos existía y pasar junto al lugar sin detenerse.
Por su parte, los automovilistas «mataban el tiempo» cantando a todo pulmón el concierto completo de Mijares, tomándose selfies para presumir que habían caído en la fiebre de la gasolina barata, checando el facebook o simplemente, viendo como avanzar más rápido.
Así las filas para cargar gasolina en la estación de Las Torres y Mateo de Regil, al sur de la ciudad de #Puebla #AlMomento pic.twitter.com/mrQunP74K8
— PAULO YOLATL (@paulo_yolatl) 9 de enero de 2019
No obstante, la espera era más compleja cuando se iba acompañado por la familia, con niños menores a seis años que -desesperados por ya salir de ahí- llegaban a gritar, llorar y dminutos.
La espera parecía llegar a su fin al arribar al acceso de la gasolinera, donde era posible observar cómo la logística de atención para un solo auto involucra al menos tres personas que marcan la carga, cobran, checan llantas y hasta ofrecen un café para el frío.
¡Finalmente, tanque lleno! Han valido la pena los 50 minutos de espera desde la llegada hasta la salida, por 627 pesos; porque en otros lugares, la cifra sería mucho más cercana a los 700 pesos por tanque.
Sin embargo, el escenario tiene altas posibilidades de repetirse mañana y al día siguiente. Los despachadores prevén que, mientras en otros lados se sufre por desabasto y en una estación cercana se raciona el producto por temor a la escasez, el precio en ese negocio seguirá bajando en los siguientes días.
«Sólo de ayer para hoy, ya bajó tres centavos, jefe», dice uno de ellos justo antes de alejarse… «¿Y eso del desabasto?», se le pregunta; pero solo niega con la cabeza y una sonrisa en la cara que deja ver que a ellos, la escasez no les preocupa.
Aquí en #Puebla bajando la #gasolina… ustedes que onda?? Ya comieron? #nohaygasolina #sihaygasolina pic.twitter.com/ZK4ddrjEcr
— Aliceinwonderland (@Alice_karenn) 9 de enero de 2019