Tras varios meses de investigación, el juez Francisco de Jorge ha concluido que el beso de Luis Rubiales a la jugadora Jenni Hermoso «no fue consentido y fue una iniciativa unilateral y sorpresiva». En su auto, tras concluir la instrucción del caso, el magistrado considera que el beso a la delantera española «no fue consentido y fue una iniciativa unilateral y sorpresiva», informó la Audiencia en un comunicado.
El juez De Jorge también propone juzgar al exseleccionador femenino Jorge Vilda, al director deportivo de la selección masculina Albert Luque y al exresponsable de marketing de la RFEF Rubén Rivera por las posteriores presiones recibidas por Hermoso.
El magistrado considera que hay indicios de una acción de los tres acordada con Rubiales para «doblegar la voluntad» de la jugadora y «conseguir que accediera a grabar un video en el que dijese que el beso había sido consentido».
Beso «inesperado» y «no consentido»
El juez cierra así la instrucción del caso tras la denuncia presentada por la futbolistas en septiembre por el beso que le propinó Rubiales durante la entrega de medallas del Mundial de Australia, que ganó España. El pasado 2 de enero, el juez tomó declaración a Hermoso, quien reiteró que el beso fue «inesperado» y «en ningún momento consentido«, según informaron entonces fuentes judiciales.
La jugadora afirmó igualmente que sufrió un «atosigamiento constante» de Rubiales y su entorno en los días posteriores, lo que «alteró su vida normal, produciéndole una situación de desasosiego y tristeza», de acuerdo con la misma fuente. El juez también había escuchado a Rubiales, quien defendió ante el magistrado que el beso había sido consentido.
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Foto: Especial
Vía: DW