Acusan que ese sector poblacional es el que más atenta contra las abejas, por lo que se debe educar a niños y jóvenes en la importancia de los insectos.

Quema de apiarios, robo de colmenares, miel, y matanza de abejas, son las principales acciones dañinas cometidas contra estos insectos y su labor polinizadora, mismas que son cometidas en la mayoría de los casos por niños y jóvenes, así lo confirmó la representante no Gubernamental del Sistema Producto Miel, Hortensia Flores Ortiz.

Muestra de ello, fue el caso que se registró en la comunidad de San Francisco Atexcatzingo, municipio de Tetla, donde unos niños de entre siete y 12 años que destruyeron los apiarios generando la muerte de 300 mil abejas incluida la reina lo que representó pérdidas económicas para el apicultor pero además para la polinización que significa vida para más de 170 mil especies de plantas y frutos.

Hortensia Flores comentó que esas acciones devastadoras siempre han existido, desde el robo y quema de panales, matanza de abejas, y aqueo de miel, por eso es indispensable dar a conocer a la población que la apicultura es un trabajo noble, «no solo para los que la ejercemos sino de beneficio para toda la población, incluso si en algún momento desaparecieran las abejas también a corto plazo desaparecería la raza humana«.

Consideró que debe existir conciencia desde el núcleo familiar para que tanto los niños y jóvenes respeten a estos insectos, ya que son estos sectores de la población los principales depredadores de las abejas.

“Son niños y jóvenes los que más atacan a los apiarios, que me perdonen pero tal vez actúan en grupo o bandas van y prenden los panales, o se roban la miel se roban los panales cuando estamos en plena floración cuando llegamos a cosechar ya se la robaron, es una pérdida para nosotros como productores. Pedimos a la sociedad en general a las autoridades que nos apoyen para que no maten, tiren o quemen nuestros apiarios”, declaró.

Hortensia Flores, comentó que hace dos años a ella le quemaron dos apiarios, lo que representó no solo la muerte de miles de abejas, y reinas, sino también pérdidas económicas de hasta cuatro mil pesos por colmena en equipo, lo que ya no se recupera.

Incluso, dijo que la mayoría de los apicultores solicitan créditos para iniciar temporada pagando intereses, por lo que subrayó que las personas que atacan los apiarios, niños en su mayoría, no dimensionan el daño que realizan.

Un colmenar llega a alojar entre 30 mil y 60 mil abejas obreras, y de 300 a mil zánganos y una reina.

Toda esa colonia perfectamente organizada, trabaja para producir miel, para un kilo una abeja debe visitar cuatro millones de flores y recorrer una distancia equivalente a dar la vuelta al mundo cuatro veces, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que además determinó el 20 de mayo como el Día Mundial de las Abejas

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