El objetivo es recoger muestras de su superficie y analizar su composición, lo que podría aportar pistas sobre el origen del Universo

La sonda japonesa Hayabusa2 completó hoy (5.04.2019) una operación para abrir un cráter en un remoto asteroide, con el objetivo de recoger muestras de su superficie y analizar su composición, lo que podría aportar pistas sobre el origen del Universo.

La misión espacial nipona condujo a primera hora de este viernes su «operación de impacto» en el asteroide Ryugu, consistente en disparar al cuerpo celeste proyectiles desde un brazo articulado que se separó de la aeronave, según anunció en rueda de prensa la Agencia Aeroespacial nipona (JAXA).

JAXA calificó como exitosa la operación y destacó que es la primera vez que se abre artificialmente un cráter en la historia de los viajes espaciales.

Para llevar a cabo esta tarea, Hayabusa2 descendió desde la órbita en la que sitúa en torno a Ryugu, después de aproximarse al asteroide el pasado 22 de febrero, tocar tierra brevemente y probar su sistema de disparo de proyectiles de tantalio contra la superficie.

En las próximas semanas, la sonda realizará una «operación de investigación del cráter» recogiendo materiales de su superficie y otros que quedaron esparcidos tras los disparos de Hayabusa2 sobre la superficie del Ryugu, donde se dan condiciones cercanas a la ingravidez.

Ese período de espera es necesario para que desaparezca el peligro de que las rocas afectadas por esta operación no puedan chocar contra la sonda espacial.

Ryugu se sitúa a 340 millones de kilómetros de la Tierra.

Se cree que su superficie alberga restos de carbón y agua formados durante el nacimiento de nuestro sistema solar hace unos 4.600 millones de años, lo que podría aportar pistas sobre la formación de los planetas y el origen de la vida.

Hayabusa2 aterrizó en febrero en Ryugu tras recorrer 3.200 millones de kilómetros alrededor del Sol en una órbita elíptica durante más de tres años, y después de alcanzar el asteroide el pasado junio y de permanecer suspendido desde entonces a unos 20 kilómetros de su superficie.

Además, la sonda descargó el año pasado tres pequeños vehículos exploradores sobre Ryugu con el objetivo de recolectar muestras adicionales, y tiene previsto intentar nuevos aterrizajes antes de emprender su retorno a nuestro planeta, adonde se espera que llegue hacia finales de 2020.

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La NASA habla de que son posiblemente las mejores imágenes de Plutón obtenidas desde hace décadas. Muestran una sucesión de áreas montañosas y otras heladas, con cráteres.

“Las nuevas imágenes nos dan una visión fascinante y en alta resolución de la geología de Plutón”, afirma la agencia espacial. Según sus propias informaciones, la NASA utilizó tecnología poco usual como el telescopio Lorri (abreviatura de «Long Range Reconnaissance Imager», en inglés), que permitieron obtener una toma cada tres segundos.

Otra cámara, entre tanto, hacía un barrido de imagen de la superficie del planeta. Así se logró acortar el tiempo de obturación de la cámara.

La sonda se acercó a unos 17.000 kilómetros de Plutón.

Como referencia: nuestro planeta y la Luna están alejados una distancia 30 veces mayor. Al fondo, puede verse la luna más grande de Plutón, Caronte.

Siete meses ants de que comenzara la misión de la sonda «New Horizons», la Unión Astronómica Internacional ajustó a la baja la categoría de Plutón como cuerpo celeste: lo declaró “planeta enano” debido a que su órbita no es lo suficientemente redonda.

La reclasificación fue necesaria debido a que cada vez más cuerpos celestes son descubiertos en nuestro sistema solar.

A partir del Sol, se suceden los planetas Mercurio, Venus, Tierra y Marte.

Luego viene el planeta enano Ceres, seguido de los gigantes Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.

En la orilla aparecen dos puntos minúsculos: Plutón, con un diámetro de apenas 2.370 kilómetros (distancia medida con precisión por la sonda «New Horizons») y su luna Caronte.

Un objetivo de la sonda «New Horizons» consiste en desvelar los secretos de las lunas de Júpiter.

Por ejemplo, cuán grande es realmente la Estigia, cuyo diámetro se calcula en entre 8 y 28 kilómetros.

En enero y febrero pasados, la sonda tomó las primeras y poco claras imágenes de Caronte, Nix e Hidra.

En abril, logró captar fotografías de Cerbero.

La sonda «New Horizons» fue lanzada al espacio el 19 de enero de 2006, desde Cabo Cañaveral, a bordo de un cohete Atlas-V.

Para poder evitar la gravedad tanto terrestre como solar, la sonda fue acelerada a una velocidad de 16,26 kilómetros por segundo, un récord mundial para naves espaciales.

La trayectoria de vuelo comenzó en el centro del sistema solar, y se prolongó hasta su orilla.

En ese camino, la «New Horizons» pasó cerca del Asteroide 132524 APL, así como cerca de Júpiter, para quedar a una distancia de 2,3 millones de kilómetros.

Ahí, recabó datos científicos acerca de la atmósfera, las lunas y la magnetósfera del planeta.

La NASA habla de que son posiblemente las mejores imágenes de Plutón obtenidas desde hace décadas. Muestran una sucesión de áreas montañosas y otras heladas, con cráteres.

“Las nuevas imágenes nos dan una visión fascinante y en alta resolución de la geología de Plutón”, afirma la agencia espacial.

Según sus propias informaciones, la NASA utilizó tecnología poco usual como el telescopio Lorri (abreviatura de «Long Range Reconnaissance Imager», en inglés), que permitieron obtener una toma cada tres segundos.

Otra cámara, entre tanto, hacía un barrido de imagen de la superficie del planeta.

Así se logró acortar el tiempo de obturación de la cámara.

La sonda se acercó a unos 17.000 kilómetros de Plutón.

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