Estrenará la primera zona de emisiones ultra bajas del mundo, lo que representa el estándar más estricto que puede adoptar cualquier ciudad.
El 8 de abril se lanza en Londres la primera zona de emisiones ultra bajas del mundo, lo que representa el estándar de emisiones de vehículos más estricto que puede adoptar cualquier ciudad, y puede servir de inspiración a otras ciudades europeas.
La primera fase del esquema ULEZ (Ultra Low Emission Zone) 24/7 cubre el centro de Londres – un área ya cubierta por el impuesto de Congestión de Londres – y reemplaza el actual impuesto de Toxicidad, o T-Cargo.
Los vehículos deberán cumplir nuevas y más estrictas normas sobre emisiones de gases de escape o pagar una tasa diaria (12,50 libras esterlinas para automóviles, furgonetas y motocicletas, unos 15 euros, 100 libras esterlinas para autobuses, autocares y camiones).
El impuesto por Congestión existente funcionará sin cambios.
En una segunda fase -18 veces mayor y puesta en marcha en octubre de 2021- el ULEZ se ampliará hasta las autopistas circulares al norte y sur de la capital, abarcando así gran parte de la zona metropolitana de Londres.
La consulta para la publicación en la que se solicitaba la aprobación del plan ampliado fue la mayor jamás registrada por Transport for London, el organismo de transporte del alcalde, con un 56% de los votos a favor.
«La contaminación del aire es una crisis nacional de salud que está atrofiando el desarrollo pulmonar de nuestros niños y provocando miles de muertes prematuras. Para realmente controlar nuestro aire letal, necesitamos tomar medidas audaces para librar a nuestra ciudad de los vehículos más contaminantes», asegura su principal impulsor, el alcalde Sadiq Khan.
ULEZ se lanza en el contexto de una crisis de contaminación atmosférica en Londres y en todo el Reino Unido, que se ha relacionado con 40.000 muertes prematuras anuales a nivel nacional, de las cuales 9.000 corresponden a la capital.
Según datos recientes, todos los barrios de Londres exceden las directrices de la Organización Mundial de la Salud sobre la calidad del aire para las partículas finas PM2,5.
También se calcula que la contaminación del transporte por sí sola cuesta 6.000 millones de libras esterlinas anuales al Servicio Nacional de Salud, mientras que la cifra correspondiente a la capital es de 650 millones de libras esterlinas.
En Londres, el transporte por carretera es el mayor contribuyente a la contaminación atmosférica, ya que representa alrededor del 50%; alrededor del 40% de este porcentaje procede de los vehículos diésel.
El ULEZ está respaldada, entre otras iniciativas, por el plan combinado de desguace de 48 millones de libras esterlinas (55 millones de euros), una iniciativa de la Alcaldía de Londres que ayudará a desguazar furgonetas viejas para los propietarios de microempresas de la capital y a los londinenses de bajos ingresos a desguazar coches viejos.
Se espera que la ampliación de ULEZ y el endurecimiento de las normas afecten a 100.000 automóviles, 35.000 furgonetas y 3.000 camiones al día, lo que supondrá una reducción adicional del 28% de las emisiones de NOx y que más de 100.000 londinenses dejen de vivir en zonas que superan los límites legales de calidad del aire en 2021.
Además, se espera que todas las escuelas primarias y secundarias que superen los límites de NO2 bajen de 435 en 2013 a cero en 2025, según un nuevo estudio encargado por la alcaldía.
El informe también estima que las iniciativas del alcalde en materia de calidad del aire reducirán la brecha de desigualdad en la exposición al NO2 en un 71%.