El presidente de la república, aclaró que el Poder Judicial actuó sin consultárselo, en un «acto de justicia (…) Esto también es un signo de los nuevos tiempos», acotó.

El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador celebró la orden de aprehensión girada contra el ex gobernador de Puebla, Mario Marín Torres y el empresario Kamel Nacif, derivado del caso de Lydia Cacho, pero aclaró que no hubo injerencia suya en la actuación del Poder Judicial.

Durante la conferencia mañanera de este miércoles, sostuvo que esta resolución es una señal de los “nuevos tiempos” políticos de México, donde el primer mandatario no interfiere en las decisiones judiciales.

Afirmó que en el pasado, los titulares del Ejecutivo Nacional eran consultados previo a tomar determinaciones de esa naturaleza; pero ahora “no fue consultado” sobre el asunto y se enteró del mismo por los medios de comunicación.



“Celebro que se esté dando trámite a esa denuncia y se proceda legalmente. Esto también es un signo de los nuevos tiempos (…) Había la costumbre de preguntarle al Ejecutivo cuando se iba a tomar una decisión de ese tipo y ahora, no me consultaron, no supe. Es una decisión independiente, autónoma del Poder Judicial, como deben ser las cosas”.

López Obrador calificó la orden de aprehensión como un “acto de justicia”, que se circunscribe en procedimientos que también catalogó como inéditos en el país.

El pasado 11 de abril, el Primer Tribunal Unitario del Vigésimo Circuito, con sede en Cancún, Quintana Roo, libró una orden de aprehensión contra el exgobernador Mario Marín y el empresario Kamel Nacif.

También contra el exdirector de la Policía Judicial, Adolfo Karam Beltrán y el excomandante Juan Sánchez Moreno, por el presunto delito de tortura contra la periodista Lydia Cacho, autora del libro Los Demonios del Edén

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