Aseguró que poner fin debe ser un trabajo unido entre sociedad, empresarios y policías civiles fortalecidas con certeza jurídica y laboral para los uniformados.

Los hechos ocurridos en Minatitlán, Veracruz, durante el fin de semana, se trata de una situación de violencia y de desprecio ante la vida que llega al grado de la lesa humanidad y por lo tanto se debe atender de manera urgente, para que los responsables sean castigados.

Los hechos, en que varios integrantes de una familia fueron asesinados, no son normales y nadie puede decir que no le afectan, advirtió Juan Francisco Torres Landa, consejero de México Unido contra la Delincuencia en entrevista con Notimex.

Torres Landa explicó que así como ocurrieron estos terribles hechos en Minatitlán, también se han dado otros hechos violentos en otras partes del país y seguirán ocurriendo más, mientras las autoridades no comprendan que se debe intentar otro modelo.

Son hechos que ofenden de manera brutal y todos deberíamos sentirnos afectados, porque lamentablemente pueden repetirse en cualquier parte del país en todo momento, pues hay un gran ambiente de impunidad para quienes cometen este tipo de atrocidades a las que calificó de “crudeza esquizofrénica”.

Urgió al gobierno local a no evadir su responsabilidad y no limitarse a señalar que son rencillas que vienen del pasado, sino ver el presente y el futuro para resolver la situación, porque por algo los eligieron, precisamente con base en su oferta de campaña de terminar con la violencia.

Durante los últimos 12 años o más, alertó, hemos visto un modelo que no funciona. Antes se llamó Policía Federal, luego Gendarmería y ahora Guardia Nacional, pero todos son un simple intento de ponerle el sello político a una estrategia “¡que no funciona!”.

En ese sentido, indicó que la única forma de acabar con la violencia, la impunidad y la inseguridad, es establecer un trabajo conjunto entre sociedad, empresarios y policías civiles fortalecidas con capacitación, entrenamiento, equipo y certeza jurídica y laboral para los policías.

Esto se demostró en Nuevo León, donde la inseguridad bajó de manera notable cuando se capacitó y dignificó a las policías con el apoyo de ciudadanos y empresarios; como también ocurrió en Tijuana y Ciudad Juárez, que vieron disminuir considerablemente su grado de violencia.

La clave está en hacer las cosas de manera diferente, pues quien hace las cosas igual está condenado a repetir los mismos resultados, tal como ocurrirá ahora con la Guardia Nacional.

Más aún, comenzar a hacer las cosas de manera diferente no cambiará las cosas de manera inmediata; a este escenario llegamos después de mucho tiempo y tardaremos en salir, pero lo importante es empezar a cambiar el enfoque.

El representante de México Unido Contra la Delincuencia comparó el tema con los bomberos que, a veces, cuando llegan a apagar un incendio lo controlan y terminan por causar más daños al inmueble en esa labor, pero no investigan las causas ni detienen a los culpables.

El esquema de la Guardia Nacional es como tener más bomberos, más carros tanque y más agua, pero sin investigar ni detener a los piromaníacos, decomisarles las antorchas y los tambos de combustible.

De hecho, insistió en la propuesta del organismo que representa, en el sentido de despenalizar las drogas y en cambio regularlas como ocurre con el tabaco y el alcohol, con lo cual disminuiría drásticamente el poder económico y corruptor de la delincuencia organizada, haciéndolo más manejable.

A la par, se debe fortalecer a las policías civiles con la debida capacitación, depuración, dignificación y condiciones laborales que garanticen compromiso, siempre de la mano con la ciudadana, atacando las causas de la inseguridad, en lugar de “llegar a apagar el fuego”.

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