Este lunes se realizó el velorio de la familia Osorio, fallecida durante un accidente vial registrado la noche del sábado 20 de julio, en Santa María Coronango, cuando un joven en estado de ebriedad conducía un autobús que embistió el automóvil en el que viajaban las seis personas que murieron.
En el vehículo siniestrado viajaban Gabriela Fabián Morales, de 23 años, con sus hijos Santiago y Ángel Said de 3 y 1 años; además de su cuñada Ariana Osorio Amastal de 25 años y sus suegros Jacobo Osorio Pérez y Ernestina Amastal Cuetlacli, de 48 y 43 años, respectivamente.
Ante los 6 féretros, Luisa Morales, madre de Gabriela y abuela de Santiago y Ángel Said, exigió castigo máximo para el conductor identificado como Carlos N. de 19 años, a quien señaló de siempre conducir ebrio y a exceso de velocidad. Afirmó, además, que existen pruebas de que hay otros percances viales en los que está involucrado.
Ángel Osorio, en tanto, viudo de Gabriela, también se sumó a la exigencia de justicia. Señaló que su hermana Ariana tenía tres hijos, los cuales quedaron en la orfandad tras el percance.
No nada más fue mi esposa, fueron mis hijos, mi mamá, mi papá y mi hermana, mi familia completa”, externó el hombre durante el velorio.
Ambos miembros de la familia Osorio exigieron a que la empresa dueña del autobús, usado para traslado de personal de Volkswagen de México, se haga responsable de los gastos y se les brinde una indemnización, y que la justicia no permita que Carlos N. salga de la cárcel.
De acuerdo con los reportes policiales, los hechos ocurrieron sobre la calle Emilio Portés Gil, en Coronango, en donde el conductor perdió el control de la unidad tras quedarse dormido, impactando el vehículo Stratus, color negro, proyectándolo contra un domicilio. El auto quedó completamente comprimido, dejando prensados a todos los tripulantes.
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