“Fue sobrecogedor. Diría que hemos logrado algo imposible”, dijo en rueda de prensa el DT de Liverpool, Jürgen Klopp.

Una increíble desatención defensiva del Barcelona permitió que Liverpool redondeara el martes una goleada 4-0 para sellar una épica remontada que clasificó al equipo inglés a la final de la Liga de Campeones por segunda temporada seguida.

Liverpool, que el año pasado cayó en la final ante Real Madrid, dirimirá la corona continental ante el ganador de la llave que definen el miércoles Ajax y Tottenham Hotspur en Ámsterdam. El elenco holandés se impuso 1-0 en la ida en Londres.

“Fue sobrecogedor. Diría que hemos logrado algo imposible”, dijo en rueda de prensa el DT de Liverpool, Jürgen Klopp, continuó: “Jugar ante el mejor equipo del mundo y ganar sin que nos marquen. No sé cómo lo lograron los muchachos, es increíble”.

“Vi a James Milner llorar en el campo de juego tras el partido. Esto significa mucho para nosotros. Hay cosas mucho más importantes en el mundo, pero crear esta atmósfera emotiva todos juntos es muy especial”, agregó el alemán.

Los dobletes de Divock Origi y Georginio Wijnaldum revivieron la pesadilla de Barcelona, que una vez más quedó eliminado del torneo continental pese a llegar con una ventaja de tres goles al partido de vuelta, ya que el año pasado fue goleado 3-0 por la Roma en Italia tras ganar 4-1 en casa en cuartos de final.

“Increíble. No creo que mucha gente creyera en nosotros”, dijo el capitán del Liverpool, Jordan Henderson. “Antes del partido sabíamos que iba a ser difícil pero posible. Es maravilloso. Sabíamos que en Anfield podía pasar algo especial”.



Liverpool se convirtió en el tercer equipo en la historia de este torneo en pasar a una final tras caer por tres goles en la ida de semis, una hazaña que había logrado Panathinaikos en 1970-71 y el Barcelona en 1985-86.

La derrota dejará muchos interrogantes para el entrenador Ernesto Valverde. Lionel Messi, que había marcado un doblete en la ida, nunca pudo marcar el ritmo del juego para que su equipo lograra un tanto como visitante que podría haber sido decisivo.

“El marcador es 4-0, cuando te ganan así no puedes poner ninguna excusa. Han sido mejores”, dijo Valverde tras el encuentro. “No podemos pensar en que todo pudo haber sido parejo. Cuando te remontan una eliminatoria así no hay excusas. Si hubiésemos acertado alguna ahora estaríamos clasificados. No hemos tenido la respuesta que queríamos”.

Origi abrió el marcador a los 8 minutos para los “Reds” al aprovechar un rebote del arquero del Barca Marc-Andre ter Stegen tras un remate de Jordan Henderson, en una jugada que comenzó con un error de Jordi Alba.

El primer tiempo tuvo una gran intensidad, especialmente en los minutos iniciales, en los que el Barcelona no podía hacer pie ante el juego y las rápidas transiciones del equipo local.

El partido tuvo un punto de quiebre en el entretiempo con el ingreso de Wijnaldum. El centrocampista puso el 2-0 a los 54 minutos al conectar un centro de Alexander-Arnold y amplió la ventaja dos minutos después al rematar de cabeza una habilitación de Xherdan Shaqiri.

Con el 3-0, el local se envalentonó aún más y siguió intentando por todos los medios ante un desdibujado e intrascendente elenco catalán.

A los 79 minutos, cuando los hinchas del Liverpool soñaban con que su equipo -diezmado por las ausencias de Mohamed Salah y Roberto Firmino– lograra la hazaña, llegó el 4-0 de la manera más inesperada.

Trent Alexander-Arnold ejecutó un tiro de esquina ante la pasividad de la zaga del Barcelona y habilitó a Origi, quien de primera definió la serie.

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