El Instituto Nacional de Estadística y Geografía reportó que la gran mayoría de las menores embarazadas fueron víctimas de agresión sexual y violación.
El año pasado en México, casi 10 mil bebés nacieron de madres de 10 a 14 años de edad, la gran mayoría, víctimas de agresión sexual y violación. Estas dramáticas cifras fueron reveladas por el Secretario de Salud, José Narro Robles, basándose en cifras preliminares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En 2017 nacieron 9 mil 748 pequeños de madres de 14, 13, 12, 11 y 10 años. Es más, cada día de 2017 nacieron dos pequeños de madres de 10 y 11 años, pero, ¿cómo es posible? ni biológica, ni moralmente y éticamente, esto no está bien.
Durante su presentación en la 51 Sesión Ordinaria del Consejo de Universidades Públicas e Instituciones Afines, el doctor Narro lamentó un dato que ha sido compartido en numerosas ocasiones por defensores de derechos de la mujer y de la infancia.
«El 70 por ciento de quienes las embarazan… porque las niñas no se embarazan solas, alguien las embarazó, es un adulto, 18 años o más y ¿dónde sucede esto?: En la casa, en el sitio donde deberían estar más protegidas, más cuidadas», dijo.
De acuerdo a información reunida por Plumas Atómicas, muchos casos de embarazo adolescente no ocurren por relaciones sexuales consensuadas, sino son el producto de un acto de abuso sexual en el hogar de la víctima. Uno de cada cinco embarazos en México son de adolescentes y niñas que no alcanzan los 18 años, según cifras de la OCDE.
Más inquietante aún es el dato que señala que 70 por ciento de niños que nacen vivos de madres de 10 a 14 años, el padre tiene entre 18 y 78 años, fuerte indicio del abuso sexual sistémico que sufren miles de menores en México. A esto hay que agregar que no se denuncian el 90 por ciento de los crímenes sexuales cometidos contra niñas y adolescentes.
Por último, cabe resaltar que una menor de edad suele contar con menos recursos para buscar atención médica con el fin de interrumpir un embarazo. Esto provoca que la niña arriesgue su vida al recurrir en una etapa más avanzada a personas no calificadas.