El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, durante la misa que ofició este domingo 27 de octubre en la Basílica de la Catedral, se sumó a la condena pública por el homicidio del sacerdote Marcelo Pérez en San Cristóbal de las Casas.
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En su sermón, advirtió que la violencia que se vive en Chiapas es la misma que se está viviendo en todo el país, «aunque nos digan que no es cierto», sentenció.
El jerarca católico en Puebla sostuvo que en México sigue habiendo «mucha gente muerta por la violencia, por la inseguridad».
Durante la misa, en la que también realizó la bendición de la imagen de san Judas Tadeo, El arzobispo pidió a las autoridades y a la sociedad en general a escuchar los gritos de los pueblos excluidos, marginados y maltratados.
Acusó que se vive una era en la que los que gritan son silenciados. «Es verdad que sus gritos resultan incómodos como el sacerdote que asesinaron hace 8 días en San Cristóbal. Esa situación que está viviendo en Chiapas se está viviendo en todo el país», manifestó.
¿Qué hacía el sacerdote? Gritar, pero sus gritos eran incómodos; siempre hay gente que prefiere callar sus gritos incómodos pero ese grito del pobre, es el grito del desvalido, del marginado y el excluido de la sociedad. Es el grito de quien se siente impotente ante las realidades adversas, la justicia y compasión», añadió.
Finalmente es importante mencionar que, el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa recordó que se acerca el Día de San Simón y San Judas Tadeo este 28 de octubre, así como las festividades de Todos Santos y Fieles Difuntos.
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