Cibercriminales o empresas interesadas en obtener datos, pueden solicitar información o acceso a otras “áreas” de los dispositivos móviles.

México tiene un eslabón débil en el robo de identidad: los menores de edad. Y es que celulares y las tablets se han convertido en las nuevas “nanas” tecnológicas, lo que conllevó a que 26.54 por ciento de los niños descarguen aplicaciones como FaceApp y otras que toman indiscriminadamente sus datos, además de que la mayoría no tiene un antivirus o protección alguna en sus equipos móviles.

Además, de acuerdo con el estudio Hábitos de los Usuarios en Ciberseguridad en México 2019, de la Organización de Estados Americanos (OEA), la Foreign Commonwealth Office de Reino Unido y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT); del 91.4 por ciento de personas que han descargado un juego en línea o en redes sociales que solicita su información o fotografías, 16.52 por ciento son menores, que lo hacen sin verificar ningún contrato, termino o condiciones, lo que puede ser más costoso si se toma en cuenta que muchas veces el equipo es de los padres.

Por ello, la OEA y la oficina de Reino Unidos alertaron sobre el peligro de que los pequeños usen este tipo de aplicaciones o juegos en línea, ya que cibercriminales o empresas interesadas en obtener datos, pueden solicitar información o acceso a otras “áreas” de los dispositivos móviles, a cambio de ofrecerles “recompensas” para seguir jugando.

Los delincuentes puden aprovechar este anonimato para relacionarse con el menor, ganarse su confianza y acceder a información sobre los hábitos de su hogar, sus padres; así como solicitarles fotos u acceso a herramientas como la cámara o el micrófono, comprometiendo su seguridad, la de su familia y amigos.

Para los especialistas que se encargaron de hacer el informe, los niños son quienes más utilizan las redes sociales para publicar fotos de su día, en más de 20 por ciento, lo que conlleva a que empresas, gobiernos y criminales tengan información sensible.

Por lo anterior, las autoridades señalaron los bajos niveles en materia de marcos legales o instituciones encargadas de tratar la ciberseguridad en México, así como en lo que respecta a programas de capacitación y certificaciones de carácter público en la materia.

“Esto pone en evidencia la necesidad de concientizar a la población acerca de conectarse a estas redes y orientar a los menores sobre su uso”, dice el documento.

El informe destaca que 37 por ciento de los padres en México otorga dispositivos electrónicos a sus hijos con la finalidad de mantenerlos entretenidos.

“Sin embargo, en mesas de trabajo realizadas con los menores, éstos comentaron que dicha práctica es más frecuente”.

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