Los investigadores dijeron que los genes relacionados con la “fase de sueño adelantada” que padecen los madrugadores extremos.

Los patrones de sueño pueden ser hereditarios; los investigadores han estado identificando los genes relacionados con la “fase de sueño adelantada” que padecen los madrugadores extremos.

Acostarse y levantarse muy temprano parece un buen plan para un granjero que tiene que despertar antes del amanecer para ordeñar a las vacas, pero si eres alguien que trabaja todo el día con clientes o acciones de la bolsa y a quien le gustaría disfrutar de una salida por la noche de vez en cuando, sería mejor no levantarte a las dos de la mañana y luego batallar para mantenerte despierto durante la cena o un espectáculo.

Ese es el desafío al que se enfrenta una amiga, que padece lo que los especialistas del sueño llaman una fase del sueño adelantada. Su ciclo biológico de sueño y vigilia, el ritmo circadiano, no está sincronizado con las exigencias del mundo moderno.

Mi amiga, quien me pidió permanecer en el anonimato, siempre ha sido de las personas que se levantan temprano, incluso cuando era adolescente. Levantarse a las 5:00 siempre fue una ventaja en el colegio (jamás tuvo que preocuparse por llegar tarde). Pero, al envejecer, sus noches se fueron haciendo cada vez más cortas. Ahora, a los 63 años, está lista para irse a dormir antes de las 21:00, un horario que rara vez coincide con las exigencias de su vida. Sin importar cuánto tiempo retrase su hora de irse a dormir, se levanta a las cuatro de la mañana (y a veces despierta incluso a la 1:30) y no puede volver a dormirse.

Ella aseguró que, debido al carácter estimulante de su trabajo como especialista en productos de inversión, no se siente soñolienta durante el día y tampoco toma siestas. Aun así, está preocupada por lo poco que duerme, en parte porque ha leído que las deficiencias en el sueño (en especial en en el ciclo de MOR, o REM, que es cuando soñamos) se han asociado con un probable aumento en el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer.

Sabe que cenar tarde, especialmente si toma vino, agrava su problema, pero también es probable que su patrón de sueño de granjero de toda la vida esté programado por sus genes y no sea el resultado de interrupciones inevitables o hábitos de vida poco sanos.

Al parecer, su ritmo de acostarse y levantarse temprano podría no ser tan inusual como siempre ha creído. En un nuevo estudio —publicado en la revista Sleep y hecho por investigadores en San Francisco, Salt Lake City y Madison, Wisconsin— con más de 2400 pacientes que visitaron una clínica del sueño debido a malestares como apnea del sueño o insomnio, se descubrió que una pequeña cantidad de ellos tenía una forma hereditaria de fase del sueño adelantada que no se había reconocido antes, una especie de desfase horario permanente que, según el estudio, a menudo viene de familia.

El autor principal del estudio, Louis J. Ptacek, profesor de neurología en la Universidad de California en San Francisco, afirmó que el mundo está lleno de personas que duermen mucho y que duermen poco (los trasnochadores que se quedan despiertos hasta tarde y se levantan tarde, y los madrugadores, que se acuestan y se levantan temprano). También estos patrones vienen de familia, y Ptacek y sus colegas han estado identificando los genes que influyen en ellos.

Nota completa AQUÍ.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *