El directivo habría participado en exámenes en los que se hizo inhalar diésel a animales y personas para verificar el comportamiento de motores
La empresa alemana Volkswagen suspendió a Thomas Steg, un ejecutivo, que estaría relacionado con el pago de experimentos en los que monos y seres humanos sanos inhalaron gases de motores diésel.
El experimento estaba destinado a estudiar los daños que producen las emisiones en el sistema respiratorio y en el torrente sanguíneo.
Versiones extraoficiales indican que los experimentos con monos y humanos se habrían realizado con motores que tenían instalado el software ilegal que disminuía las emisiones cuando era sometido a pruebas.
Volkswagen informó que el ejecutivo Thomas Steg, director de relaciones exteriores y sustentabilidad, fue quien pidió separarse de la empresa.
Matthias Mueller, CEO de Volkswagen, adelantó que ya están investigando la denuncia de experimentos con monos y seres humanos.
“Estamos investigando las labores de la Asociación Europea de Estudios sobre la Salud y el Medio Ambiente en el transporte (EUGT), que fue disuelta en 2017 y llegaremos a las conclusiones necesarias”.
El directivo indicó que el ejecutivo Thomas Steg asumió la responsabilidad por los experimentos y que siente respeto por su actitud.
“Ha asumido completa responsabilidad por lo sucedido y yo respeto eso”.Los diarios alemanes publicaron que las empresas Volkswagen, BMW y Daimler pagaron experimentos en los que hicieron inhalar gases de motores a monos y humanos, para determinar los efectos que tienen en el sistema respiratorio y en la sangre.
El diario norteamericano The New York Times publicó un artículo en el que se indica que los experimentos se realizaron en 2014 en el laboratorio Lovelace Biomedical, de Alburquerque.
Los periódicos alemanes Stuttgarter Zeitung y el Süddeutsche Zeitung publicaron que la Asociación Europea de Estudios sobre la Salud y el Medio Ambiente en el transporte (EUGT) hicieron inhalar dióxido de nitrógeno (NO2) a 25 personas en una dependencia de la clínica universitaria de Aquisgrán.
En una nota que publicó el diario español El País se indica que los fabricantes Volkswagen, BMW y Daimler pretendían demostrar con los experimentos que los gases de sus motores diésel no son letales.
Las investigaciones periodísticas indican que la asociación hizo inhalar monóxido de carbono a gente sana.“No se comprobaron reacciones a la inhalación de NO2, ni tampoco inflamaciones en las vías respiratorias”.