Kathleen tiene 73 años y sigue siendo la dueña de este Vocho 1967, el cual usa para trasladarse de su casa al trabajo y viceversa. 

Kathleen Brooks compró este vocho 1967 con carrocería roja en diciembre de 1966 y de inmediato lo bautizó como “Annie”. Desde hace más de 50 años está en sus manos y con él ha recorrido más de 563 mil kilómetros, distancia que equivale a darle 14 veces la vuelta al mundo.

Hoy día, Kathleen tiene 73 años y sigue siendo la dueña de este Vocho 1967, el cual usa para trasladarse de su casa al trabajo y viceversa. Cierto día, Kathleen decidió publicar las fotos de su amado auto y de su especial relación con él; fue tal el impacto que causó que Volkswagen of America decidió ofrecerle la restauración gratuita de “Annie”, pero no en cualquier lugar, sino en la propia Planta Volkswagen de Puebla.



Gracias a dicha restauración, donde estuvieron involucrados 60 empleados, es que ahora el Vocho 1967 rueda de nuevo con todas las especificaciones originales, pero con algunos detalles personalizados para celebrar la dedicación de Kathleen Brooks.

“Muy seguido escuchamos historias sobre dueños leales de Volkswagen, pero hubo algo especial en la de Kathleen y su vocho Annie, por lo que sentimos que debíamos hacer algo”, comentó Derrick Hatami, vicepresidente ejecutivo de ventas y mercadeo de Volkswagen of America.

“El Volkswagen Sedán fue el modelo con el que empezamos operaciones en Estados Unidos. Este no es solo un vocho más, es un miembro de su familia y después de todo este tiempo que nuestros empleados pasaron con él, sentimos que también es parte de nuestra familia”, agregó Hatami.

Brooks, quien trabaja con pacientes y sobrevivientes del cáncer de mama durante su tratamiento y recuperación, y ha sido víctima tres veces de la misma enfermedad, dijo que su Vocho 1967 llamado “Annie” ha sido un punto de conversación constante y nunca le ha fallado.

“Siempre digo que se parece mucho a mi porque perdió el brillo, tiene abolladuras, está oxidado, pero… sigue andando”, dijo Brooks con una sonrisa y añadió: “Mientras lo cuide lo mejor posible, se que seguirá andando”.

A pesar del buen trabajo de mantenimiento que Brooks le ha dado a su Vocho 1967 durante más de 50 años, el trabajo de restauración tomó más de 11 meses en la plata de Puebla, donde reemplazaron el piso, la suspensión, la transmisión y todo el sistema eléctrico. Además casi el 40 por ciento del vehículo fue reemplazado, pero se conservaron 357 piezas originales, incluyendo algunos detalles que Brooks agregó a través de estos años.

Para traer a la era moderna este Volkswagen Sedán 1967, se mejoraron algunas partes en comparación con las originales de 1967, mientras que la pintura roja que cubre el exterior se reprodujo, según las especificaciones originales, gracias a que se rescató de la parte interior de la guantera.

“El objetivo no era crear un Volkswagen Sedán de museo, sino preparar uno para que Kathleen lo siga disfrutando durante muchos años”, dijo Augusto Zamudio, el ingeniero encargado del proyecto.