Las personas intersexuales enfrentan barreras sociales y discriminacioìn en aìmbitos tales como la educacioìn, el empleo, los deportes, la atencioìn meìdica y el acceso a servicios puìblicos.

El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminacioìn (Conapred) exhorta a poner fin a la violencia y discriminacioìn estructural que enfrentan las personas intersexuales desde temprana edad, asiì como a visibilizar el tema de la intersexualidad desde un enfoque de derechos humanos.

Lo anterior en el marco del “Diìa Internacional de la Visibilidad Intersex”, que se conmemora el 26 de octubre de cada anÞo. La intersexualidad se refiere a una amplia gama de variaciones congeìnitas en las caracteriìsticas sexuales que no se ajustan a las tiìpicas nociones binarias sobre los cuerpos masculinos o femeninos. No se trata de un tercer sexo, ni de una identidad de geìnero. Las personas intersexuales experimentan la misma gama de orientaciones sexuales e identidades de geìnero que las personas que no lo son. De acuerdo con la Organizacioìn de las Naciones Unidas, entre un 0.05 por ciento y un 1.7 por ciento de la poblacioìn nace con rasgos intersex.

Por ello, y a fin de obtener informacioìn sobre las principales problemaìticas, experiencias de discriminacioìn y otras vulneraciones de derechos vividas por este sector de la poblacioìn, el Conapred lanzaraì la primera encuesta intersex, la cual estaraì dirigida a personas que tienen variaciones corporales congeìnitas en las caracteriìsticas sexuales, con el propoìsito de contribuir al disenÞo e implementacioìn de poliìticas puìblicas que garanticen sus derechos fundamentales.

Cabe senÞalar que, en Meìxico, las personas intersexuales enfrentan barreras sociales y discriminacioìn en aìmbitos tales como la educacioìn, el empleo, los deportes, la atencioìn meìdica y el acceso a servicios puìblicos.

Asimismo, enfrentan prejuicios y la estigmatizacioìn de sus cuerpos que las llevan a ser sometidas desde muy temprana edad a cirugiìas y tratamientos hormonales meìdicamente innecesarios, con el propoìsito de ajustar sus cuerpos a los estereotipos binarios del sexo “femenino” o “masculino”, las cuales, en muchas ocasiones, les provocan danÞos irreparables e irreversibles, tales como dolor croìnico, esterilizacioìn, capacidad reducida o peìrdida de la capacidad de sentir placer sexual. Un avance importante para combatir estas praìcticas en el aìmbito de la atencioìn meìdica es, sin duda, la “Guiìa de recomendaciones para la Atencioìn de Intersexualidad y Variacioìn en la Diferenciacioìn Sexual”, que forma parte del “Protocolo para el Acceso sin Discriminacioìn a la Prestacioìn de Servicios de Atencioìn Meìdica de las Personas Leìsbico, Gay, Bisexual, Transexual, Travesti, Transgeìnero e Intersexual”, emitido en 2017 por la Secretariìa de Salud, de observancia general para todos los establecimientos de atencioìn meìdica, puìblicos, social y privados del Sistema Nacional de Salud.

La guiìa y el protocolo buscan impulsar un replanteamiento de los procedimientos meìdicos a utilizar en la atencioìn de las personas intersexuales respetando su derecho a la autonomiìa corporal y libre autodeterminacioìn. Entre sus disposiciones se encuentra limitar el uso de procedimientos quiruìrgicos en bebeìs, ninÞas y ninÞos intersexuales en casos donde se encuentre en riesgo la vida y/o la funcionalidad de las personas.

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