Para evitar que en verano se pierda el atractivo, el ayuntamiento está analizando colocar fuentes saltarinas como las del zócalo, donde la gente se moja.


El ayuntamiento de Puebla prohibirá el uso de la llamada “playa de Amalucan” como balneario público, debido a que no existen condiciones en la infraestructura para mantenerlo con es fin. De acuerdo con la titular de la secretaria de Desarrollo Urbano y Sustentabilidad del gobierno municipal, Beatriz Martínez Carreño la llamada “playa” es un ojo de agua que se mantendrá pero ya no como balneario.

Dijo que presupuestalmente no es rentable para el ayuntamiento porque cada vez que se ensucia el agua hay que cambiarla completamente, lo que implica un pago de 1.4 millones de pesos; además que se requieren más de 4 millones de litros para rellenará el lago artificial. “Se debe hacer uso responsable de los recursos”, indicó. Para evitar que en verano se pierda el atractivo, el ayuntamiento está analizando colocar fuentes saltarinas como las del zócalo, donde la gente se moja.

Cabe mencionar que, el agua estancada y la suciedad, fue un escenario recurrente tras el uso de la llamada “playa” por los poblanos.

Apenas tras su inauguración se reportaron pañales y basura al fondo del lugar, por lo que fue cerrado de inmediato. Cabe mencionar que en diciembre de 2018 el lago de cristal o playa, fue cerrada al público para labores de sanitización.

En octubre de ese mismo año, el gobierno de Puebla le entregó al ayuntamiento de la capital la operación del Parque Amalucan que fue inaugurado el 19 de julio de 2018. Sin embargo, el parque fue abandonado debido a la transición del gobierno municipal.

Cabe mencionar que esta será la segunda ocasión en que el lago artificial reciba tratamiento, pues en julio pasado, tras ser inaugurado, el lago de cristal- que es su principal atractivo del parque donde se invirtieron 324 millones de pesos- fue cerrado al público.

En aquella ocasión, la Secretaría de Infraestructura, Movilidad y Transporte (SIMT) justificó que el parque tuvo una gran afluencia de visitantes, unas 12 mil personas, de ahí que la supuesta playa requirió labores de limpieza y mantenimiento.