En México habrá partículas subatómicas andando a velocidades cercanas a la velocidad de la luz.


Los aceleradores de partículas son dispositivos mundialmente famosos para la investigación científica y en específico para la física. El que estará ubicado en el estado de Hidalgo será un sincrotrón, en donde se acelerarán electrones a velocidades de cerca de 300 mil kilómetros por segundo. Pero la importancia científica de los sincrotrones no está en las velocidades a las que andan las partículas, sino en la luz que emiten.

Es la luz la que permite conocer la estructura atómica de cualquier material, de manera que un sincrotrón puede tener alcances en la biomedicina, la producción de isotopos y hasta la farmacología.

De hecho la identificación del virus de influenza H1N1 se hizo con ayuda del sincrotrón de Stanford, en Estados Unidos. Más brillantes que el sol En los sincrotrones, magno estructuras con forma de círculo, deambulan electrones a altas velocidades, lo que produce un haz de luz que puede llegar a ser 1,000 veces más potentes que el sol.

Pero el proyecto, para el año 2017, estaba cerca de morir. Desde 2015 la idea rondaba en el Senado, pero sin que se atribuyeran los recursos necesarios para comenzar la obra. México se quedaba atrás: hay 50 sincrotrones en el mundo, en donde cada país importante económicamente tiene al menos uno.

El mapa de distribución de sincrotrones está asociado al desarrollo, según Salvador Ferrer, jefe de experimentos del Sincrotrón que está ubicado en Barcelona. La mitad de los sincrotones están en Europa.

La UNAM y el CINVESTAV forman parte de las instituciones que han impulsado el proyecto desde hace años. La tarea no era sencilla, cuando la inversión inicial es de alrededor de 500 millones de pesos. Pero Morelos y el Conacyt se comprometieron a financiar el primer sincrotrón de México en 2015. Las noticias eran espectaculares, pues en el mismo 2015 se identificaron 146 científicos mexicanos que debían viajar o a Estados Unidos o a la Unión Europea para hacer sus propios experimentos.

Luego de reuniones, más congresos y ponencias, al final ha sido Hidalgo. El gobierno del estado ofreció la donación del terreno, así como ayudar con el fondeo, para el cual se espera también apoyo federal. Pero si todo va bien, se espera participación de organizaciones civiles, órganos internacionales, y hasta privados. En un sincrotrón hay decenas de laboratorios. Una «fábrica de conocimiento» ha dicho José Jiménez, investigador de Ciencias Nucleares de la UNAM.

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