Su estancia en la Universidad de Princenton tendrá una suración inicial de dos años con posibilidad de extenderse.
Gracias a su disciplina, trabajo y desempeño, el doctor Luis Alberto Pérez, doctor en Física Aplicada por la BUAP, iniciará su estancia posdoctoral en la Universidad de Princeton, una de las más prestigiadas del mundo, a partir de enero de 2020, con una duración inicial de dos años y con posibilidad de extenderse. En esa institución estadounidense realizará tareas asignadas en el Compact Muon Solenoid (CMS), específicamente en el sistema de disparo.
CMS es uno de los dos grandes experimentos del CERN ( el otro es Atlas) que descubrieron el Boson de Higgs y ahora se encargan de conocer en detalle sus propiedades físicas.
“Mis profesores universitarios son los responsables de impulsar mi gusto por la ciencia, por el trabajo de la física experimental, son como parte de mi familia, porque mis logros no son personales, son gracias al apoyo que recibí de ellos y de la BUAP”, declara orgulloso el ahora doctor en Física Aplicada por la BUAP, Luis Alberto Pérez Moreno, quien ha sido seleccionado, tras un riguroso proceso, para ocupar una plaza posdoctoral en la Universidad de Princeton.
Egresado de la Facultad de Ciencias de la Electrónica, el doctor Pérez Moreno cursó su maestría y doctorado en Física Aplicada en la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas de la BUAP, donde colaboró en proyectos como el detector ACORDE y el experimento ALICE del Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés), del Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN, por sus siglas en francés).
En Princeton realizará tareas asignadas en el Compact Muon Solenoid (CMS). Actualmente el CMS es un experimento que se encarga de conocer en detalle las propiedades físicas del Bosson de Higgs ―una partícula subatómica que resulta esencial para entender el mundo que nos rodea. En el CERN hay dos experimentos diseñados para la búsqueda de esta partícula, el CMS y el ATLAS, ambos proyectos del LHC, un gran detector de 21 metros de largo, 15 de alto y 12 mil 500 toneladas de peso, ubicado en la frontera franco-suiza, cerca de Ginebra.
La fascinación por la “caja mágica”
En una “caja” o estructura de 15 por 15 centímetros se puede contener no solo un desarrollo tecnológico económico, portátil y eficaz para experimentos de física de altas energías; el llamado Contador Lógico de Partículas (con patente MX/e/2012/010292) representa mucho más que una herramienta científica creada en la BUAP, es un instrumento que fascinó al doctor Pérez Moreno, quien participó como estudiante en su creación.
“A mí siempre me gustaron las matemáticas. Al inicio, cuando entré a Electrónica, me quería enfocar en la industria, pero con los programas de Jóvenes Investigadores y Verano de la Ciencia, pude iniciar una colaboración con el doctor Arturo Fernández Téllez y Guillermo Tejeda, así que cuando observé la magnitud de sus proyectos, empezó mi interés”.
El paso de la Electrónica a la Física Aplicada no fue fácil, reconoce el doctor Pérez Moreno, sobre todo por el formalismo matemático; sin embargo, asegura que siempre estuvo cobijado, principalmente, por los miembros del grupo ALICE-BUAP: Arturo Fernández, Mario Iván Martínez, Mario Rodríguez y Guillermo Tejeda, Irais Bautista, entre otros docentes y compañeros que lo apoyaron.
Entre los primeros proyectos en los que participó como estudiante está el desarrollo de un contador de partículas, una caja “mágica” ―como la llamó un destacado investigador del CERN. El Contador Lógico de Partículas registra el paso de partículas con carga eléctrica.
“Cuando me explicaron los profesores el proyecto, me pareció muy interesante y al probarlo me pareció fascinante. Te permitía conectar cuatro señales de detectores, además de configurar la coincidencia y algunos parámetros como el voltaje de discriminación, la duración de la prueba, entre otras cosas, era un instrumento muy útil que se ocupó más tarde para la caracterización de algunos detectores del CERN”, recordó.
Estas colaboraciones y el prestigio de los posgrados que ofrece el área de Física Aplicada en la BUAP, sirvieron para que se decidiera a estudiar el posgrado en la Máxima Casa de Estudios en Puebla.
Durante su maestría le fue asignada la actualización de la electrónica del detector ACORDE, para que operara bajo las condiciones del LHC, así como caracterización de los sub-detectores que lo componen, entre otras tareas.
Posteriormente, en el doctorado se vinculó con un grupo de investigadores de Reino Unido, de la Universidad de Birmingham; con ellos y bajo la tutela de los profesores de la BUAP permaneció todo su doctorado en CERN, participando en el desarrollo del sistema central del experimento ALICE, durante el siguiente periodo de operación del LHC (LHC-RUN3). Todo esto gracias a la visibilidad que tiene el grupo de investigadores de la BUAP.
“Esa fue una gran colaboración porque se trata de uno de los sistemas centrales de todo el experimento, es como el cerebro y fue un orgullo colaborar en el grupo ALICE-CTP. Esta colaboración fue posible después del excelente trabajo realizado por parte del grupo ALICE-BUAP en el CERN. Yo tenía que hacerlo bien porque estaba en juego el prestigio del grupo y de la Universidad”, refirió.
Al terminar su doctorado, Pérez Moreno permaneció en el CERN nueve meses, colaborando con la Universidad de Birmingham y la BUAP, que le permitió visualizar su compromiso con la ciencia en otros ámbitos. Fue así como se postuló para competir por una plaza en la Universidad de Princeton; sus referencias por parte de destacados investigadores, no solo del grupo de Altas Energías de la BUAP, sino del propio CERN, permitieron que el proceso avanzara y tras una serie de entrevistas y exposiciones, fue aceptado.
Para el doctor Luis Pérez Moreno, los proyectos que desarrollan en el CERN investigadores de la BUAP han permitido allanar el camino para estudiantes que se interesan por una colaboración interdisciplinaria entre física, electrónica, mecánica y otras áreas, para que puedan tener un papel reconocido en experimentos de gran impacto científico.
Señaló la necesidad de difundir estas experiencias para que otros estudiantes se animen a participar y la contribución sea más diversa, porque aunque implica un trabajo constante, dedicación y disciplina, afirmó, no es imposible.
“La Facultad de Ciencias de la Electrónica y la Facultad de Físico Matemáticas tienen mucho prestigio a nivel nacional e internacional, prueba de ello es que también otros compañeros han sobresalido de forma importante en diferentes áreas, no solo en física”.
Al ser seleccionado entre aspirantes de alto perfil de otras partes del mundo, la calidad que busca la BUAP, como eje rector de sus políticas, queda demostrada en resultados tangibles, porque los logros de sus estudiantes son parte de la historia de esta institución.