El cuerpo estelar fue avistado por los astrónomos Theodore Pruyne y Kacper Wierzchos en el telescopio del Observatorio Mount Lemmon.
El Centro de Planetas Menores, con sede en Washington, anunció hace poco que desde hace unos tres años sobre la Tierra orbita por «una segunda Luna».
Pero mientras la excitación ante este anuncio va creciendo, es importante tener en cuenta que este nuevo satélite natural no es tan impresionante como nuestra ya conocida Luna.
Y no lo es por dos razones: porque, de acuerdo a las mediciones hechas por los astrofísicos, se trata de una «miniluna» que tiene unos seis metros de diámetro, y porque es posible que no esté con nosotros por mucho tiempo más.
El cuerpo estelar fue avistado por los astrónomos Theodore Pruyne y Kacper Wierzchos en el telescopio del Observatorio Mount Lemmon, cerca de la ciudad de Tucson, Arizona, el 15 de febrero.
Las observaciones posteriores permitieron calcular la órbita de esta miniluna y, el 25 de febrero, el Centro de Planetas Menores hizo el anuncio de que el objeto celeste denominado 2020 CD₃ estaba orbitando la Tierra.
El 2020 CD₃ es esencialmente una pequeña muestra de los asteroides cuyas órbitas se cruzan con las de la Tierra.
Algunas veces, estos asteroides están cerca de colisionar con la Tierra. Aunque en el caso de que el 2020 CD₃ se estrellara contra el planeta no habría ningún problema, porque dado su tamaño se desintegraría en la atmósfera ante de impactar contra el suelo.
Sin embargo, en vez de amenazar a la Tierra con un choque, el 2020 CD₃ eligió otra manera de circular por estas regiones: en su curso hacia nuestro planeta fue tomado en una órbita mucho más lejana que la de nuestro instalado -y más permanente- satélite natural, la Luna.
Minilunas
Según explicaron los científicos, estas «minilunas» van y vienen constantemente y 2020 CD₃ probablemente esté en sus últimas vueltas antes de que se libere de la fuerza de gravedad de la Tierra.
Un estudio sugiere que en cualquier momento la Tierra tiene posibilidades de estar acompañada en su movimiento por una «miniluna» de un tamaño mayor a un metro, que le dará al menos una vuelta al planeta antes de seguir su curso.
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