Entre las consignas que gritaba el contingente se escuchaba «porque vivos se los llevaron vivos los queremos»
La caravana sur «Rompiendo el silencio y el olvido» conformada por familiares de los 43 estudiantes desaparecidos de la escuela Normal de Ayotzinapa marcharon está tarde por algunas de las principales vialidades de Puebla para exigir la presentación con vida de los desaparecidos, «no nos podemos dar el lujo de olvidar a nuestros hijos», aseguran.
El contingente de más de 200 personas partió del Parque Juárez alrededor de las 4 de la tarde para tomar el Bulevar 5 de Mayo hasta la 23 oriente donde dieron vuelta para seguir por la avenida 16 de Septiembre con rumbo al zócalo de Puebla, ahí los esperan otros activistas que amenizaban la espera con música.
A las 5 de la tarde, las consignas de compañeros, padres y madres de los 43 desaparecidos del contingente comenzaron a escucharse en el primer cuadro de la ciudad, que fue resguardado por policías municipales, entre ellas, «porque vivos se los llevaron vivos los queremos», «Ayotzi Ayotzi somos todos».
Frente al Palacio Municipal de Puebla, Cristina Bautista, madre de Salvador, uno de los estudiantes desaparecidos, subrayó que «la unión hace la fuerza, sigamos caminando juntos porque no tenemos respuesta de parte del gobierno a casi 41 meses de su desaparición forzada, son 41 meses sin tener a nuestros hijos al lado, es necesario seguir recordando porque no podemos darnos el lujo de olvidar a nuestros hijos».
Asimismo, agradeció a la Coordinadora Ayotzinapa local, así como a comerciantes de la Unión Popular de Vendedores Ambulantes (UPVA) “28 de Octubre”, integrantes de la organización Francisco Villa y de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Puebla su respaldo.
«El día 15 de febrero partieron tres rutas de caravanas que recorren todo el país, porque como padres de familia nos vamos a encargar que el mundo entero sepa que seguiremos exigiendo la presentación con vida de nuestros hijos», sostuvo.
Aseguró que su demanda continuará hasta obtener una respuesta satisfactoria, porque –dijo– no podemos callarnos ante las infamias del gobierno.
