Entre las decenas de carteles que portaban, destacaron los que decían “ingenieros sí, cadáveres no” y “prefiero gritar para exigir mis derechos, que gritar suplicando por mi vida a alguien que me la quiere quitar”.
Para exigir un alto a la inseguridad, Cientos de alumnos marcharon por segunda ocasión desde el plante del Instituto Tecnológico de Puebla (ITP) hasta Casa Aguayo, donde el director Fernando Chapa Lara y una comitiva de estudiantes establecieron acuerdos de mejora a la seguridad en las inmediaciones de su campus, así como levantar el paro de actividades el próximo jueves.
El contingente encabezado por directivos de la institución de educación superior salió antes de las 10:00 de la mañana desde la Avenida Tecnológico, siguieron la Diagonal Defensores de la República, Calzada Ignacio Zaragoza y el Bulevar 5 de Mayo para finalmente llegar a la sede del Ejecutivo cerca de las 11:30 de la mañana.
Durante su trayecto, los cientos de alumnos exigieron justicia para Ximena Quijano Hernández, José Antonio Parada Serpa y Francisco Xavier Tirado Márquez y el chofer de Uber, Josué Emanuel Vital Castillo, quienes fueron asesinados el pasado 23 de febrero en Huejotzingo. Entre las decenas de carteles que portaban, destacaron los que decían “ingenieros sí, cadáveres no” y “prefiero gritar para exigir mis derechos, que gritar suplicando por mi vida a alguien que me la quiere quitar”.
Al llegar a Casa Aguayo, un grupo de estudiantes y directivos fueron atendidos por personal de la Segob, reunión a la que cerca de 1 de la tarde se sumó el secretario David Méndez Márquez. Tras la reunión, Chapa Lara indicó que el paro de actividades académicas que mantenían desde el 27 de febrero se levantará el próximo jueves después de que alumnos participen en la megamarcha del movimiento estudiantil.
Señaló que la determinación se tomó luego de acordar con el gobierno estatal el aumento de vigilancia en los alrededores del plantel, principalmente en la mañana y tarde noche, pues aseguró que a la semana registran al menos un robo de mochila, celular, bicicleta o hasta jaloneos a estudiantes que caminan cerca de 500 metros entre el plantel y las paradas del transporte público.
