El alcalde valenciano rechazó el proyecto porque consideraba que los beneficios para la ciudad de este elemento «no eran demasiado gratificantes».
Madrid busca equipararse a Londres, París o Singapur con una noria gigante en la ciudad. El Ayuntamiento de la capital, representado por la vicealcaldesa, Begoña Villacís, y el delegado de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes, mantuvo el pasado viernes la primera reunión con la empresa promotora que pretendía instalarse en Valencia y cuyo proyecto fue rechazado por el Consistorio que dirige Joan Ribó.
En esta primera reunión, adelantada por El Confidencial, los promotores y la corporación municipal establecieron tres condiciones para iniciar el proyecto: una parcela de entre 4.000 y 8.000 metros cuadrados, una zona que no sea atravesada por túneles que pueda soportar el peso de la estructura y un espacio fuera del centro de la capital, según confirman fuentes presentes en el encuentro a EL MUNDO.
Los técnicos de Desarrollo Urbano ya trabajan en posibles ubicaciones que presentar a la empresa en una segunda reunión a finales de este mes de marzo. Una ubicación que, según indican los promotores, es el punto «más complejo» pues debe ser «suficientemente grande» y «tener buenas vistas de la ciudad». n la corporación municipal, una de las opciones valoradas es Madrid Río, pero los promotores lo ven «complicado» por la falta de parcelas sin túneles por debajo.
Así las opciones parecen desplazarse hacia el sur de la ciudad ya que la intención del Ayuntamiento es que esta noria sirva para «descentralizar el turismo» y «darle un impulso a otras zonas» de la ciudad fuera de la almendra central.
Ese impulso consistiría en acompañar la noria de 140 metros, la más grande de Europa, de espacios culturales y sociales como lugares para conciertos, museos, zonas de restauración o jardines terapéuticos, indica a este diario Ana María Villamediana, una de las promotoras que indica que la financiación del proyecto -unos 130 millones- corre a su cargo y que una parte de los beneficios de la atracción se destinaría a «proyectos sociales» para la ciudad.
Según los datos que maneja la empresa, la instalación de esta estructura supondría crear entre 450 y 500 puestos de trabajo: 50, en dirección y administración; 100, en mantenimiento; 100, en la venta de tickets divididos en tres turnos, y unos 200 o 250 en los negocios de restauración.
Para ello, su intención es desarrollar un plan de empleabilidad junto al Consistorio para un servicio que operaría 330 días al año y estaría cerrado un mes -enero- por razones de mantenimiento. La vicealcaldesa, Begoña Villacís, apuntó este miércoles que Madrid «trabajará para tener la noria más grande de Europa» porque la capital «es el refugio de lo que el populismo expulsa» en referencia al rechazo del proyecto en Valencia. Un rechazo que se produjo, según el alcalde Ribó, porque los beneficios para la ciudad «no eran demasiado gratificantes» en el enclave de La Marina.