Muere de edad avanzada y fue sepultada en la ermita que ella mandó a construir.  El lugar se convirtió rápidamente en un ligar de peregrinación.

Era la hija de un rey moro de Toledo, del cual no se sabe con exactitud su nombre, se le llamba Almacrin o Almadún. A este rey se le conoce como sanguinario perseguidor de cristianos.

Santa Casilda era una princesa clemente y tierna, que a pesar de todas las comodidades que le brindaba la corte, sufría por los desafortunados que se encontraban en las mazmorras de su padre. A ellos los intenta consolar llevándoles viandas escondidas en su falda. Se dice que cuando su padre la descubrió en esta labor, le preguntó por el contenido de lo que transportaba, a lo que ella contestó:¡Rosas! y al extender la falda fueron rosas lo que aparecieron.

Producto de una grave dolencia y ante la poca pericia de los médicos de su padre, la lleva a las aguas milagrosas de San Vicente por Castilla. En el camino, en Burgos, recibe el Bautismo y marcha luego a los lagos de San Vicente.

Una vez curada decide consagrar su virginidad a Cristo pasando el resto de sus días en soledad dedicada a la oración y penitencia.

Muere de edad avanzada y fue sepultada en la ermita que ella mandó a construir. Se dice que se convirtió rápidamente en un ligar de peregrinación.

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