Los médicos y estudiantes le exigieron a Robledo que se disculpe públicamente.
Estudiantes de medicina y doctores residentes de un hospital público en las afueras de la Ciudad de México denunciaron falta de equipo protector y pidieron mejor capacitación para todo el personal, luego de que 26 de ellos dieron positivo a COVID-19.
En una carta abierta dirigida al secretario de Salud de México, Jorge Alcocer Varela, los doctores y estudiantes detallaron que no se siguieron los protocolos básicos, y que la falta de supervisión hizo que el personal médico sin experiencia se las arreglara por su cuenta y tuviera que buscar y comprar su propio equipo protector.
Los autores de la carta no se identifican por su nombre, pero dijeron ser doctores y alumnos de medicina que ahora están en cuarentena y sufren los síntomas del coronavirus. La falta de recursos y capacitación ante la pandemia han suscitado diversas protestas de trabajadores del sistema de salud pública en México en las últimas semanas.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha reconocido que el sistema carece del número necesario de médicos y personal de enfermería mientras la epidemia empieza a agravarse. Un avión cargado de equipo médico llegó esta semana procedente de China y una segunda aeronave arribaría el viernes en la noche. México acumula más de 3.844 casos confirmados de COVID-19 y 233 muertes.
En la mayoría de las personas, el coronavirus causa síntomas leves o moderados, como fiebre y tos que desaparecen en dos o tres semanas, pero en otras, en especial adultos mayores y personas con problemas de salud preexistentes, puede provocar enfermedades más graves, incluyendo neumonía, e incluso la muerte.
Zoé Robledo, director del Instituto Mexicano del Seguro Social, consideró “incorrecta” la información sobre un brote de COVID-19 en el hospital en Tlalnepantla, en el Estado de México.
Dijo que una investigación mostró que hubo tres puntos donde el brote comenzó: un paciente que hoy día se ha recuperado, un doctor que no tuvo contacto con pacientes contagiados y otro doctor que también trabajaba en otro sistema de salud. Robledo dijo que esto era muy distinto al brote en un hospital público en la ciudad norteña de Monclova, donde se determinó que la propagación ocurrió dentro del hospital.
Los médicos y estudiantes le exigieron a Robledo que se disculpe públicamente. “Negar la presencia de brotes en los hospitales no conducirá a gestionarlos”, escribieron.
El hospital de Tlalnepantla, al norte de la Ciudad de México, había sido designado para atender a pacientes con coronavirus, pero se suponía que quienes presentaran los síntomas debían ser aislados en una sección de las instalaciones. En la carta se dijo que eso no ocurrió, y que 19 de 26 doctores residentes de medicina interna dieron positivo en exámenes de detección, días después de que un paciente que mostraba síntomas de coronavirus fuera colocado en su piso.
Llegaron más casos sin que se entregara equipo protector al personal médico del lugar. A finales de marzo, debido a que muchos de los doctores con más experiencia del hospital se quedaron en sus casas y muchos residentes mostraban síntomas y no laboraban, otros residentes y estudiantes fueron dejados prácticamente solos, con uno o dos residentes para 85 pacientes, según la carta.
Cuando se le preguntó el jueves en la noche al subsecretario de salud Hugo López-Gatell acerca del hospital, sólo habló en general de que había aumentado la distribución de equipo protector en el sistema de salud pública, pero no abordó lo sucedido en ese lugar.
Los médicos dijeron que la unidad de epidemiología les hizo la prueba hasta el 30 de marzo, e incluso entonces hizo que los residentes se tomaran las muestras unos a otros sin equipo protector.
Los que tenían síntomas no tan severos continuaron trabajando, y varios de ellos dieron positivo después, de acuerdo con la carta. Han surgido quejas similares en otros hospitales públicos de México, y en algunos ha habido protestas para exigir que el personal reciba el equipo protector necesario y capacitación para laborar durante la epidemia.
Un hospital en la ciudad norteña de Monclova fue escenario de otro brote, y el personal realizó una protesta para denunciar que el sistema de salud pública los ponía en peligro. Tres miembros del personal de ese hospital han fallecido de enfermedades relacionadas con el COVID-19 y casi 30 se contagiaron. Mientras tanto, se han incrementado los ataques a trabajadores de salud a manos de algunas personas temerosas de que vayan a esparcir el virus.
El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación afirmó el viernes que las quejas por ataques o discriminación contra personal médico se habían duplicado entre el 6 y el 9 de abril.
Los incidentes más comunes fueron de autobuses, taxis y otros medios de transporte que se negaron a recoger a trabajadores de salud, o ataques verbales o físicos. Las autoridades de la Ciudad de México afirmaron que estaban incrementando las medidas de seguridad en los hospitales locales después de que familiares de un paciente presuntamente agredieron a un doctor y a otro trabajador de salud en un hospital.