La Canaco enlistó una serie de contradicciones sobre la medida que tomó el Ayuntamiento para cerrar el Centro Histórico al paso vehicular.

La medida implementada por el H. Ayuntamiento de Puebla de cerrar al flujo vehicular en las calles del polígono del Centro Histórico (de la calle 3 Oriente-Poniente a la 18 Oriente-Poniente y de la calle 2 Norte-Sur a la Avenida 11 Norte-Sur) como una estrategia para frenar la propagación del virus COVID-19 carece de fundamentos coherentes al no existir una relación técnica que contribuya a la solución de la emergencia.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, una persona puede contraer COVID-19 por contacto con otra que esté infectada por el virus. La enfermedad puede propagarse de persona a persona a través de gotículas procedentes de la nariz o la boca que salen despedidas cuando una persona infectada tose o exhala.

Al peatonalizar este polígono del Centro Histórico:

  • Las personas se verán en la necesidad de caminar grandes trayectos para llegar a los comercios de destino o bien al transporte público, motivando un mayor número de contacto con personas y por tanto generando mayor posibilidad de contagio.
  • Los comercios que se ubican en las calles del primer cuadro siempre funcionan como principal distribuidor de productos para el abastecimiento de otros comercios en las colonias a la periferia de la ciudad, por lo que se pone en riesgo el abasto privado en el resto de la ciudad.
  • Retrasa el abastecimiento de medicamentos y equipo de salud para las 78 farmacias que operan en el área.
  • Demora los servicios públicos de primera necesidad como ambulancias, patrullas, bomberos, entre otros.Así como el abastecimiento de alimentos para la industria restaurantera, supermercados y para los minisúper de la zona centro.  Dificulta el tránsito del equipo de salud que integran médicos, enfermeras, camilleros, por mencionar algunos, que se mantienen en el cumplimiento de sus funciones.
  • En el polígono que fue cerrado por la autoridad municipal al tránsito vehicular, existen 4,356 unidades económicas, de las cuales 3,386 ya han cerrado sus puertas al público, manteniéndose abiertas tan solo 970 que corresponden a actividades señaladas como esenciales en el comunicado de la Secretaria de Salud publicado en el Periódico Oficial de la Federación el día 31 de marzo del 2020.

Con esta medida, el gobierno municipal perjudica la supervivencia de los pocos negocios que se encuentran operando en el Centro Histórico. En los últimos 30 días, el ingreso ha disminuido un 100% para aquellos que han cerrado sus puertas y para los que se mantienen operando, cumpliendo con las medidas de higiene necesarias, el ingreso por ventas ha disminuido un 80%, por lo que esta iniciativa, lejos de contribuir a una solución al impacto económico de la pandemia, representa un golpe a los pequeños comercios que ofrecen productos y servicios de necesidad durante la emergencia sanitaria.

Por lo anterior, solicitamos al H. Ayuntamiento de Puebla, dé a conocer los criterios técnicos en los que se basa para considerar el cierre del flujo vehicular como una estrategia efectiva para frenar la propagación del COVID19.

Exhortamos a las autoridades municipales a vigilar espacios de concentración pública en colonias de la periferia de la ciudad y en lugares donde aún se mantiene la presencia de vendedores ambulantes sin las medidas sanitarias pertinentes y aplicar las medidas correspondientes a la Jornada de Sana Distancia ante el registro de alta afluencia de personas en actividades al aire libre, como hemos sido testigos en medios de información en los últimos días.

Urgimos a las autoridades a enfocar sus esfuerzos en acciones contundentes para hacer frente a la crisis sanitaria y económica por la que atraviesa la ciudadanía poblana, impulsando políticas que contribuyan a menguar los efectos negativos que sufre la sociedad.