E estudio señala que en espacios cerrados los niveles de CO2 aumentan y esto reduce la cantidad de oxígeno oque llega al cerebro.
Las concentraciones de dióxido de carbono atmosférico (CO2) amenaza la capacidad cognitiva, advirtió un equipo de científicos internacionales.
El estudio publicado por la revista GeoHealth, analizó la manera en que el CO2 se puede acumular en los espacios cerrados; como edificios sin ventilación y habitaciones pequeñas.
Al respirar aire con altos niveles de dióxido de carbono, los niveles de CO2 en la sangre aumentan, reduciendo la cantidad de oxígeno que llega al cerebro.
Esto puede aumentar la somnolencia,la ansiedad, y afectar la función cognitiva, señaló el profesor Kris Karnauskas, del Laboratorio de Océano y Clima de la Universidad de Colorado Boulder.
Por su parte, Shelly Miller, profesora de la escuela de ingeniería de Boulder, explicó que los niveles atmosféricos de CO2 aumentaron desde la Revolución Industrial, y alcanzaron un pico de 41 partes por millón (ppm) de acuerdo con en la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) en Hawai en 2019.
En el escenario actual en el que las personas no reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático apuntó que los niveles de CO2 al aire libre podrían subir a 930 ppm para 2100.
Las concentraciones pueden reducir la capacidad básica de toma de decisiones en un 25 por ciento, y el pensamiento estratégico complejo en aproximadamente un 50 por ciento, indicaron los especialistas.
El equipo de expertos dijo que puede haber formas de adaptarse a niveles más altos de CO2 en interiores, pero la mejor manera de evitar que sean más dañinos es reducir las emisiones de combustibles fósiles.
Esto requeriría estrategias de mitigación adoptadas a nivel mundial, como las establecidas por el Acuerdo de París de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, precisaron.
Finalmente, los investigadores esperan que estos hallazgos generen más investigaciones sobre los impactos «ocultos» del cambio climático.