Las personas fueron trasladadas a las oficinas del Instituto Nacional de Migración, para determinar su situación en el país.
Personal de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), ubicó y aseguró a dos personas de nacionalidad colombiana, quienes se encontraban alterando el orden público y además prestaban dinero, cobrando intereses excesivos. En inmediaciones de la colonia Rancho Colorado, personal de la Policía Estatal Preventiva ubicó a dos hombres que se encontraban gritando y alterando la tranquilidad de los vecinos, por lo que se procedió a su aseguramiento.
Los hombres refirieron ser de nacionalidad colombiana, dicho que acreditaron con identificaciones, y dijeron dedicarse a realizar préstamos bajo un esquema de financiamiento que resultó ilícito, sistema comúnmente denominado “gota a gota”. Por lo anterior, y en estricto seguimiento a los protocolos de seguridad nacional, se dio aviso a las autoridades migratorias.
Narco, lavado y derecho de piso
El sistema «gota a gota» es usado por el narco de Colombia para prestar dinero en México. De acuerdo con una investigación del noticiario En Punto de Televisa, los colombianos ofrecen préstamos sin necesidad de fiadores, que cobran en pequeñas cuotas con intereses de hasta 20%, y si i la persona se retrasa con el pago, los prestamistas se llevan parte de su mercancía, golpean a los deudores, los extorsionan o amenazan a familiares.
La investigación, realizada por otros periodicos nacionales, refieren que este sistema es lavado de dinero. La red o mafia colombiana presta dinero a pequeños comerciantes y vendedores ambulantes. Las autoridades mexicanas advirtieron que se trata de un un sistema desarrollado por narcotraficantes colombianos y genera ganancias de hasta 100 millones de pesos a la semana (unos 5 millones de dólares).
La red de prestamistas está integrada por mil 500 colombianos que llegaron a México como turistas y desde 2015 empezaron a entregar tarjetas en mercados y pequeños comercios de la Ciudad de México y el Estado de México. Enganchan a la gente al ofrecer el dinero en menos de dos horas, sin fiadores ni garantías, y el único requisito es tener un comercio y proporcionar una credencial de elector.
Si las personas aceptan el crédito informal, los cobradores acuden todos los días en motocicletas a los negocios. Los comerciantes que no pagan la cuota son amenazados, golpeados y pierden parte de su mercancía. Los afectados no pueden interponer una denuncia porque el préstamo se hace de palabra, y las autoridades mexicanas consideran este tipo de préstamos como una forma de lavar dinero.
De acuerdo con el presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), Mario Di Constanzo, las deudas se convierten en un derecho de piso porque los intereses moratorios son excesivos. Hay quienes han cerrado sus negocios, aseguró, porque no pueden solventar la deuda en un lapso de 20 0 30 días, bajo la presión de los colombianos que acuden a las casas de los deudores para exigirles el pago. Di Constanzo añadió que las personas aceptan la deuda porque no tienen acceso al financiamiento de un banco.
Esta red opera en las delegaciones Cuauhtemoc, Venustiano Carranza, Miguel Hidalgo, Benito Juárez e Iztapalapa, y en la zonas centro, Tepito y La Merced, donde hay comercio ambulante. También operan en 22 estados del centro y sur del país, como Puebla, así como en Baja California.