Pero las campañas ‘Quédate en Casa’’ y ’Sana Distancia’, no deben de inhibir el interés por destacar nuestra historia.
Mañana no habrá desfile con motivo de la Batalla de Puebla
Será un 5 de Mayo como el de 2009, cuando tampoco hubo marcha cívico-militar, como consecuencia de la Influenza AH1N1
En cambio, está prevista una pequeña ceremonia en el Mausoleo a Ignacio Zaragoza.
Pero las campañas ‘Quédate en Casa’’ y ’Sana Distancia’, no deben de inhibir el interés por destacar nuestra historia.
A 158 años de la victoria mexicana sobre el Ejército Francés, todavía hay análisis sobre los factores que influyeron en la batalla, la cual, inicialmente, establecía para los europeos una clara ventaja en número.
Sin embargo, la demolición de parte de un sería la maniobra bélica que inclinaría la balanza hacia los americanos.
A la fecha, la gente se refiere a los fuertes de Loreto y Guadalupe con facilidad.
Es más, concluyen que el general Zaragoza aprovechó las dos construcciones en el cerro de Belén, antes conocido como de Acueyametepec, para enfrentar a Charles Ferdinand Latrille, conocido como Conde de Lorencez.
Error.
El arqueólogo Eduardo Merlo Juárez refiere que el fuerte de Loreto databa de 1813 y que había sido construido por los españoles para enfrentar a los insurgentes.
Según sus datos, hubo 11 sitios de Puebla, antes de la batalla de ese 5 de Mayo de 1862.
El fuerte de Guadalupe no existía.
En realidad, el inmueble era un templo dedicado a Nuestra Señora de Guadalupe, un edificio religioso de culto con tres naves y una sola torre que coronaba esta elevación de tierra.
El investigador que trabajó casi medio siglo en el INAH, abunda que entre el 2 y 3 de mayo, Zaragoza ordenó la demolición de la mitad del inmueble, en especial la torre, y con el material construyó unos parapetos para proteger los cañones que debilitaron a la postre al enemigo.
Según Merlo Juárez, los franceses desconocían este inmueble y, obviamente, su transformación, por lo que trataron de llegar a la cima, por órdenes de Lorencez.
Cuentan que uno de los zuavos -uno de esos elemento de Infantería, para entonces, famosos en el mundo- llegó hasta la parte más alta, donde los artilleros estaban desarmados.
Uno de ellos, con cierta desesperación, tomó la decisión de levantar una bala y se la dejó caer a ese soldado francés, quien se precipitó a los fosos, con la cabeza partida.
El fracaso por irrumpir en el fuerte de Guadalupe y la repetición de este saldo en el fuerte de Loreto, en mejores condiciones que el primero, marcó la retirada del ejército galo, el cual, para entonces, ya peleaba cuerpo a cuerpo, en las barrancas, donde quedaron atascados sus cañones en el lodazal que provocó la lluvia de esa tarde.
Para el investigador del INAH, Sergio Vergara Berdejo, la ignorancia del Ejército de Francia sobre el campo de batalla, donde había zanjas rodeando el cerro, también fueron elementos de peso para la caída de los europeos, sin demeriar la intervención de las etnias en grupos compactos y la estrategia militar ordenada y modificada desde el cuartel montado en el templo de los Remedios.
Ha pasado más de siglo y medio desde ese 5 de Mayo.
Hoy el enemigo es otro
Que la memoria nos haga más fuertes
Y recuerde: Nadie es completamente bueno, ni completamente malo