La discriminación es hacia los médicos, las personas de etnias asiáticas, y hacia los que no se quedan en casa por tener que seguir laborando.
La pandemia de COVID-19 (Coronavirus) ha obligado a pausar las operaciones en ciertas industrias, sin embargo, un problema más grave es la discriminación que ha surgido recientemente hacia los médicos, las personas de etnias asiáticas, y hacia los que no se quedan en casa por tener que seguir laborando.
“Sólo a través de una correcta y oportuna información podemos sensibilizarnos y sensibilizar a quienes nos rodean sobre los riesgos reales de contagio de COVID19, ya que el miedo a contraer la enfermedad es el principal detonante de estas situaciones de discriminación; entre mejor informados estemos, tendremos más control de nuestro entorno y de nuestras acciones, dándonos cuenta que estos actos de rechazo y violencia son infundados y no nos ayudan en lo absoluto a disminuir la pandemia en nuestro país.”, comentó la Gerente de Responsabilidad Social Empresarial de Grupo Adecco México, Erika De la Barrera.
Desde finales de febrero, cuando se conoció el primer caso de Coronavirus en México y se invitó a la gente a guardar distancia y quedarse en casa, los actos violentos y discriminativos han aumentado. Pasando de simples gritos y miradas hoscas, hasta las agresiones vertiendo cloro, café, e incluso llegando a golpear a personas, es lo que se ha suscitado en la República Mexicana ante el estrés y la ansiedad por la crisis actual.
Durante la cuarentena, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ha contabilizado 21 ataques a enfermeras y médicos, en distintas ciudades del país. Incluso, Fabiana Zepeda Arias, jefa de la División de Programas de Enfermería del IMSS, apareció en una de las conferencias informativas sobre el COVID-19, para pedir a la sociedad mexicana dejar de violentar al personal médico que arriesga su vida para salvar a otros.
También, la discriminación llegó a las empresas, donde hay registros de despidos injustificados de colaboradores que estornudaron o que declararon que sus familiares estaban contagiados de Coronavirus.
“Es un acto totalmente arbitrario despedir o discriminar a un miembro del equipo laboral por una situación como la de un simple estornudo o porque alguien cercano a ellos se enfermó. Lo adecuado, si se da el caso, es invitarlos a seguir las recomendaciones que han emitido las instituciones oficiales y en medida de las posibilidades de la empresa, brindar apoyo al colaborador.”, puntualizó De la Barrera.
Es importante insistir en políticas de respeto y trato digno hacia cualquier persona que tenga alguna relación con la enfermedad y no permitir que falsas creencias hagan de la discriminación un tema más grave que la misma pandemia.