La diputada del PES condenó que Genoveva Huerta Villegas, defienda a la familia Valencia Ávila acusada de estar vinculada al crimen organizado.
La líder del Partido Acción Nacional (PAN), Genoveva Huerta Villegas, se convirtió en la protectora de “criminales” que a través de sus cargos públicos como alcaldías, utilizan a la fuerza política para cometer anomalías que estarían vinculadas con el crimen organizado.
Así lo declaró la diputada del Partido Encuentro Social (PES), Nora Merino Escamilla, quien condenó que Huerta Villegas defienda a la familia Valencia Ávila en Venustiano Carranza, donde son acusados los ex alcaldes y edil en funciones, de estar vinculados con el crimen organizado para el delito de robo en hidrocarburo.
Señaló que la familia Valencia Ávila que primero estuvo con el PRI y luego con el PAN, no es el único caso de escándalos con presuntos nexos con el crimen, pues recordó el reciente caso del alcalde de Ajalpan, Ignacio Salvador Hernández, quien salió del albiazul y apenas pidió licencia al frente del ayuntamiento tras tener algunos vínculos con la delincuencia.
A la lista también sumó al ex edil emanado del PAN por el ayuntamiento de Tecamachalco, Inés Saturnino Ponce, quien por varios meses estuvo en el ojo del huracán por la violencia política de género que cometió en su momento en contra de ex regidoras de la zona.
“Como persona defendemos algún acto delictivo, algún acto de corrupción, nos volvemos cómplices, porque la línea entre querer politizar y sacar raja política es muy delgadita, con el volverte cómplice o defender intereses más allá de lo legal, de cualquier grupo”.
