Es importante aprender a detectar los síntomas de estos trastornos y turnar a la persona afectada con el especialista.
Especialistas en salud mental advierten que, en tiempos de cuarentena, el aislamiento social, la incertidumbre y el miedo pueden generar otra epidemia de consecuencias serias para la vida personal, familiar y social: depresión, estrés y ansiedad.
En conferencia de prensa virtual, organizada por la compañía farmacéutica Lundbeck, el Dr. Aldo Suárez, especialista en psiquiatría y expresidente de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, A.C., explicó que la pandemia de COVID-19 ha generado un clima de enfermedad y muerte que, unido a grandes pérdidas económicas a nivel personal y nacional, crea un riesgo psicosocial elevado ante la amenaza de un evento traumático.
“Ante esta coyuntura, el riesgo de padecer trastornos en el estado de ánimo incluye a los pacientes contagiados, a las familias de personas fallecidas por COVID-19, a los profesionales de la salud que atienden a los enfermos y a la población en general, que puede estar padeciendo serios problemas, entre ellos la pérdida del empleo que genera angustia en el presente e incertidumbre en el futuro”, indicó el especialista. Una pandemia es un evento catastrófico, por lo que es necesario atender la aflicción y sus consecuencias psicológicas.
Debemos considerar que toda la población es propensa a sufrir estrés, angustia y ansiedad, por lo que es esperable que aumente la incidencia de trastornos psíquicos como la depresión.
“Entre la tercera parte y la mitad de la población expuesta podrá sufrir alguna manifestación psicopatológica, de acuerdo con la magnitud del evento y el grado de vulnerabilidad ante éste”, señaló el Dr. Suárez. El expresidente de la Asociación Psiquiátrica Mexicana aclaró que “no todos los problemas psicológicos que se presentan podrán calificarse como enfermedades.
Algunas manifestaciones psíquicas son la respuesta comprensible ante experiencias traumáticas vividas, pero también pueden indicar que se está evolucionando hacia una patología. La valoración debe hacerse determinando si son respuestas normales o manifestaciones psicopatológicas que requieren abordaje por parte de un especialista.”
¿Qué trastornos de estado de ánimo se derivan de una situación de cuarentena? De acuerdo con el Dr. Suárez, algunos criterios de alarma para determinar que una situación emocional se está convirtiendo en una patología son: prolongación en el tiempo; sufrimiento intenso; complicaciones asociadas como, por ejemplo, conducta suicida, y afectación significativa del funcionamiento social y cotidiano.
“Los trastornos psíquicos inmediatos más frecuentes en los sobrevivientes son los episodios depresivos y las reacciones de estrés agudo de tipo transitorio. Entre los efectos tardíos se reportan duelos patológicos, así como depresión, trastornos de adaptación, manifestaciones de estrés postraumático, abuso del alcohol u otras sustancias adictivas y trastornos psicosomáticos.
También los patrones de sufrimiento prolongado se manifiestan como tristeza, miedo generalizado y ansiedad expresados corporalmente, síntomas que con frecuencia adquieren un carácter grave y de larga duración”, subrayó el especialista en psiquiatría. ¿Cómo se puede detectar que un familiar tiene depresión y qué hacer?
El Dr. Suárez explicó que la depresión es un desorden clínicamente heterogéneo que afecta a las esferas emocional, cognitiva y física, y que cada una de ellas tiene sus síntomas.
En la esfera emocional se manifiestan síntomas como tristeza, ansiedad, irritabilidad, falta de disfrute, ideas suicidas, desesperanza y culpa inapropiada En la esfera cognitiva se afectan funciones como atención concentración, memoria a corto plazo, juicio, toma de decisiones, planeación y organización, y agudeza mental (velocidad de pensamiento).
En la esfera física se manifiestan síntomas como fatiga, cambios de peso/alimentación, insomnio, disfunción sexual, dolores de cabeza, problemas estomacales y temblores o movimientos involuntarios “Para saber si se trata de depresión, los síntomas deben estar presentes durante al menos 2 semanas y con la suficiente gravedad durante la mayor parte del día.
La gravedad del trastorno esta determinada por el número y la severidad de los síntomas, así como por el grado de deterioro funcional.
Es importante que este diagnóstico sea realizado por un médico psiquiatra”, puntualizó el especialista.
El Dr. Suárez hizo énfasis en que la depresión es una enfermedad seria, que puede poner en riesgo la vida del paciente. “Si sospechamos que un familiar puede tener depresión, es importante ayudarle y llevarlo con el médico psiquiatra.”
Finalmente, Sara Montero, directora general de Lundbeck México, Centro América y Países Andinos, mencionó que más de 700 millones de personas se ven afectadas por enfermedades del cerebro en todo el mundo, lo que equivale al 13% de la carga mundial de las enfermedades.
“Atendiendo al COVID-19, es muy plausible que esta cifra se incremente en los países de la región, lo que como Compañía nos hace reafirmar nuestra responsabilidad con los pacientes y nuestro compromiso con la salud mental del mundo.”