La SESA ha otorgado 255 atenciones de prevención en la violencia de adolescentes, 405 consultas en reeducación para hombres y 294 para mujeres.

El confinamiento durante la pandemia de COVID-19 es la principal medida para romper cadenas de contagio, pero ha impactado la salud metal de los tlaxcaltecas provocando estrés, aburrimiento, hartazgo, ansiedad, desanimo, soledad, tristeza, enojo, irritabilidad, principalmente, lo que requieren atención especializada.

La encargada de salud mental de la Secretaría de Salud del Estado (SESA), Leticia Muñoz Romano explicó que durante el periodo de confinamiento se ha brindando atención psicológica y psiquiátrica vía telefónica y presencial a la población abierta y personal de salud.

En el caso de médico y enfermeras se han otorgado  talleres de contención emocional, “ya que es importante el cuidado de la salud mental del personal que atiende a la población durante esta pandemia”.

Otros factores que influyen de manera negativa en el animo de la población son: nivel de contagios y de alerta,  información de decesos, disminución de recursos para la manutención diaria, afectación en la economía, l pérdida de empleos, cierre de establecimientos.

La atención psicológica se da, esencialmente a personas con depresión, ansiedad, estrés, aumento de violencia y consumo de sustancias, con mayor incidencia en mujeres.

Los efectos físicos son: cansancio y fatiga, cambios en los hábitos de alimentación, aumento de peso por la inactividad física, cambio del ciclo del sueño, gastritis, colitis, cefaleas tensionales y en los casos de violencia de género, personas policontudidas.

Hasta ahora suman 255 atenciones de prevención en la violencia de adolescentes, 405 consultas en reeducación para hombres y 294 para mujeres.

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