La investigación realizada por el King’s College de Londres y la Universidad Nacional Australiana destaca que la pobreza está aumentando drásticamente en los países en desarrollo de ingresos medios.
El número de personas en pobreza a nivel mundial se encamina a rebasar una vez más los 1.000 millones como resultado de la pandemia de coronavirus, que está reduciendo los ingresos de los más pobres del mundo en unos 500 millones de dólares al día, según una nueva investigación publicada el viernes.
La investigación realizada por el King’s College de Londres y la Universidad Nacional Australiana destaca que la pobreza está aumentando drásticamente en los países en desarrollo de ingresos medios, donde millones de personas viven apenas por encima de la línea de la pobreza. Naciones de Asia como Bangladesh, India, Indonesia, Pakistán y Filipinas son considerados particularmente vulnerables a las consecuencias económicas de la pandemia debido a que los cierres han restringido severamente la actividad económica.
“La pandemia se convierte rápidamente en una crisis económica en los países en desarrollo”, dijo Andy Summer, profesor de desarrollo internacional en el King’s College de Londres y coautor del reporte.
Debido a que millones de personas sobreviven apenas por encima de la línea de pobreza, se encuentran en una posición precaria a medida que se hace sentir el impacto económico de la pandemia.
Naciones de Asia como Bangladesh, India, Indonesia, Pakistán y Filipinas son considerados particularmente vulnerables a las consecuencias económicas de la pandemia debido a que los cierres han restringido severamente la actividad económica.
“La pandemia se convierte rápidamente en una crisis económica en los países en desarrollo”, dijo Andy Summer, profesor de desarrollo internacional en el King’s College de Londres y coautor del reporte.
Debido a que millones de personas sobreviven apenas por encima de la línea de pobreza, se encuentran en una posición precaria a medida que se hace sentir el impacto económico de la pandemia. Los investigadores exhortaron a un “liderazgo global urgente” para atender la crisis, pero hay pocas esperanzas después de que se pospusiera la cumbre del G7, programada para el 10 al 12 de junio en Estados Unidos.
Ahora Trump pretende albergar una reunión más amplia en septiembre en la que se incluiría a los líderes de Rusia, Australia, Corea del Sur e India. Persiste la duda de qué tanto se tocará el tema del desarrollo durante dicho encuentro.
Summer informó que necesitan priorizarse tres acciones: primero establecer una “comisión global de respuesta rápida a la pobreza y el COVID-19” que esté encabezada por un líder mundial a fin de identificar el nivel de financiamiento requerido y lo que las naciones ricas pueden hacer para ayudar.
Segundo, deben liberarse fondos rápidamente mediante la expansión de la actual moratoria al pago del servicio de deuda concedido por Fondo Monetario Internacional a todos los países en desarrollo y congelando los pagos al Banco Mundial al menos hasta el final de 2020 y posiblemente hasta 2021.
Dijo que una vez que la crisis disminuya, “será necesaria o incluso inevitable” la reestructuración o cancelación total de la deuda para algunos países en desarrollo.
Por último, comentó que los países beneficiados por la moratoria deben utilizar los fondos para reforzar y expandir las redes de seguridad social.