Durante la semana pasada pobladores bloquearon los trabajos para la construcción de la planta solar Nueva Xcala en protesta por los daños.

Tala indiscriminada de árboles de encino, destrucción de plantas de maguey de diferentes especies, además de biznaga, y la contaminación de un jagüey natural con aguas negras, son parte de los daños ecológicos provocados por la empresa de capital francés Engie durante el proceso de construcción de la planta solar Nueva Xcala en el “Monte de Malpaís” en la zona ejidal de San Antonio del municipio de Calpulalpan, Tlaxcala.

La comunidad ejidal y ganaderos mostraron su inconformidad por el impacto ecológico que la construcción del parque solar denominado Nueva Xcala ha provocado, pues se trata de una zona natural considerada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) como un bosque de encinos donde había ejemplares de entre 200 y hasta 250 años de vida, así como diferentes especies de flora y fauna endémicas.

Al respecto, uno de los integrantes de la Asociación Ganadera Especializada de Ovinocultores de Calpulalpan, Omar Jiménez comentó a Urbano Tlaxcala que la semana pasada protagonizaron diversas manifestaciones, incluso bloquearon los trabajos en la zona porque además de haber talado árboles, de arrancar prácticamente los magueyes de diferentes especies y biznagas, dañaron un colector de drenaje sanitario de un camino rural lo que provocó la liberación de aguas negras a cielo abierto y que éstas terminaran contaminando un jagüey cercano.

Y es que a pesar de que existe un acuerdo emitido por el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) para suspender la continuidad de 44 proyectos privados de plantas de energía solar, eólica y fotovoltaica en el país, incluyendo Tlaxcala, por la emergencia de COVID19, en la zona de Calpulalpan las labores nunca de vieron interrumpidas, muestra de ello es que siguieron con las labores de modificación en el uso del sueldo.



Los vecinos de la zona, ejidatarios y ganaderos, explicaron que el personal solo se ha dedicado a dañar el entorno ecológico, con el argumento de que están apilando las plantas para replantar en otra zona para replantar, cosa que no han hecho.

Además, confrontaron al personal por la ruptura de la tubería de aguas negras ya que era un acuerdo al que llegaron pero solo de manera verbal pues los representantes de la empresa se negaron a firmar un documento, mientras tanto los residuos del drenaje sanitario sigue llegando al jagüey poniendo en riesgo también este cuerpo natural agua.

Mientras tanto el escenario es el Monte Malpaís es catastrófico, arboles de encino apilados, secos, muertos, cortados desde la base, magueyes de diferentes especies como el Cenizo, Ayoteco, Manso, entre otros están prácticamente exterminados, así como biznagas arrancadas de la tierra. El bosque de encinos fue dado como posesión a ejidatarios y ganaderos por acuerdo presidencial para que lo usaran como campo de agostadero, es decir para ocuparlo para el pastoreo de ganado, el cual no ha querido reconocer la empresa Engie, alegando que ellos tienen sus permisos y que ese acuerdo “no significa nada” para ello.

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