Entre las víctimas están un joven de 17 años, quien recibió un tiro en la cabeza, así como otras dos personas de 18 y 53 años.

Nueve personas fueron baleadas en una fiesta en la ciudad de Syracuse, informaron las autoridades, incluyendo un joven de 17 años que se encontraba el domingo en estado crítico.

No se ha detenido a ningún sospechoso. El jefe de policía Kenton Buckner enfatizó en conferencia de prensa junto al alcalde Ben Walsh que la investigación está en su etapa inicial.

Policías de Syracuse llegaron al lugar poco después de las 9 de la noche para atender reportes de un auto robado, pero se encontraron con personas que les dijeron de disparos a una multitud de “unos cuantos cientos”, relató Buckner, e indicó que sus agentes no escucharon las detonaciones.

Además del joven de 17 años, quien recibió un tiro en la cabeza, la edad de las víctimas oscila entre los 18 y los 53 años, dijo la policía en un comunicado de prensa. Se prevé que todas sobrevivan.

Una mujer que dijo ser la anfitriona de la fiesta declaró al periódico Post-Standard de Syracuse que durante 14 años ha celebrado el cumpleaños de su hijo Ryedell Davis y nunca había habido un problema.

“Cada año le he organizado una fiesta a mi hijo, y nunca había pasado esto”, dijo Annetta Peterson. “Nunca había pasado algo así”.

Testigos dijeron al periódico que varios cientos de personas se habían reunido para cenar y escuchar música. Los disparos se registraron poco antes de las 9 de la noche, cuando la fiesta estaba programada para terminar.

Walsh recalcó que la ciudad no emitió ningún permiso para la realización del evento.

“No emitiríamos autorizaciones para una reunión de este tipo”, afirmó.

El lugar fue asegurado y ya no hay riesgos para el público, señaló Buckner.