Ocho de cada 10 estadounidenses opinan que el país va en la dirección equivocada, más que en cualquier punto de la presidencia de Trump.
Las malas noticias han provocado un abrupto cambio de estrategia por parte de la campaña republicana y de la Casa Blanca. Luego de meses en que desestimó el coronavirus y el resurgimiento de la enfermedad, Trump la semana pasada advirtió que las cosas probablemente empeorarán antes de mejorar. Tras minimizar la importancia de usar mascarillas para protegerse del virus, súbitamente Trump llamó a la población a hacerlo. Y tras insistir en que realizará una gran convención partidista en agosto, eventualmente tuvo que cancelar esos planes.
Los súbitos repliegues reflejan la difícil situación en que se encuentra el mandatario faltando tres meses para las elecciones. Aunque ahora está tratando de definir la contienda como una guerra entre el caos y “la ley y el orden”, sus perspectivas reeleccionistas dependen de su manejo de la crisis del coronavirus y de si el electorado cree que el país avanza en la dirección correcta bajo su conducción.
En ese sentido, la encuesta deja claro que las cosas se ven cuesta arriba para el mandatario: Ocho de cada 10 estadounidenses opinan que el país va en la dirección equivocada, más que en cualquier punto de la presidencia de Trump. Aparte de eso, apenas el 38% de los encuestados opinan que la economía va por buen camino, un pronunciado descenso con respecto al 67% visto en enero.
La campaña de Biden está decidida a dejar los reflectores enfocados directamente sobre el presidente en los meses que faltan para los comicios, confiada en que el ex vicepresidente ganará si la campaña se convierte en un referéndum sobre la gestión de Trump.
“La gente está harta de un gobierno que está paralizado y dividido y no es capaz de hacer que las cosas funcionen”, observó Kate Bedingfield, subdirectora de la campaña de Biden. “Lo que la gente dice percibir de Trump en estos momentos es una mezcla incoherente de retórica arrogante y egoísta”.
En total, el 38% de los estadounidenses aprueban de la gestión del presidente — cerca del límite inferior de la estrecha banda en que su índice de aprobación se ha mantenido durante su presidencia, y levemente menos de a comienzos de año. La mayoría de los republicanos — el 81% — aprueban de la gestión de Trump, pero sólo el 68% de ellos aprueban de su gestión sobre la pandemia.