Así lo indicó Gerard Franz Santillá, Gestor en I+D+i para el Vicerrectorado de Investigación y Posgrado de la Universidad Mayor de San Marcos de Perú.
Por compartir lengua, cultura, historia y desarrollo similares, México y Perú son dos países que podrán trabajar de manera conjunta en temas de ciencia, tecnología e innovación.
Así lo comentó el Dr. Gerard Franz Santillán Quiñonez, egresado del posgrado en Electrónica del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) y actualmente Gestor en I+D+i para el Vicerrectorado de Investigación y Posgrado de la Universidad Mayor de San Marcos de Perú. Investigador y evaluador de proyectos tecnológicos y fundador de una empresa, el Dr. Santillán ha logrado combinar en su carrera la investigación con la innovación y la academia con la industria. Aquí contamos parte de su historia.
Originario de Yurimaguas, pequeña ciudad en la selva amazónica de Perú en el estado de Loreto, el Dr. Santillán contó con un entorno familiar propicio para cultivar el conocimiento. La curiosidad por conocer cómo funciona el mundo nació en su casa, con su abuelito, a quien siempre llama papá y con quien se educó.
“Es mecánico, aún vive, tiene 95 años. Él tenía un taller importante y yo miraba siempre cómo se reparaban los motores, y él me ayudaba a entender cómo o por qué se hacían las cosas. Incluso me enseñó a observar el cielo, a distinguir las constelaciones porque cuando joven fue marino. Es muy culto. Siempre que le preguntaba algo me respondía, pero a veces me decía esto no lo sé, y eso para mí era raro, y me enseñó a buscar información en la enciclopedia. Estaba suscrito a la revista Mecánica Popular, y me dijo una vez algo que me impactó mucho: que llegaría un momento en que ya no podría trabajar porque según esta revista los autos cambiarían, serían eléctricos, con mucha electrónica. Fue el primero que me dijo que los autos funcionarían con unas cositas que se llaman chips y me hizo leer el artículo, y quizás con mi inocencia pensé que el taller de mi abuelito no podía parar y que yo debía aprender electrónica. Yo llegué a la universidad pensando que la Electrónica era eso”.
Por ello estudió la licenciatura en Ingeniería Electrónica en la Pontificia Universidad Católica de Perú, donde participó en el grupo de Microelectrónica y en el Grupo de Procesamiento Digital de Señales e Imágenes. Ahí recibieron la visita de investigadores del INAOE como los doctores Víctor Champac y Guillermo Espinosa, “quienes fueron nuestros primeros mentores para iniciar este camino”.
De esta manera, Gerard Franz Santillán Quiñonez conoció el INAOE y, gracias a un programa de becas, vino a estudiar a Tonantzintla la maestría y el doctorado en Electrónica. “Deseo aprovechar la oportunidad para agradecer la oportunidad del Dr. Guichard y del Dr. Murphy que generaron una beca especial para nosotros los peruanos. Literalmente, me atreví en un mes de octubre enviar una carta comentando que deseaba salir de aquí, yo ya estaba en la Universidad haciendo proyectos. Después de ir a un congreso a Cuba nos comunicaron que teníamos la beca, y así llegué al INAOE, por la oportunidad y el carisma que han tenido las personas, el afecto que nos han brindado. Sentí que el INAOE era una familia, que no había oficinas separadas, me gustó eso, que todos se miran como iguales, es una cosa transversal y eso no siempre se ve en una institución. Hice la maestría de 2003 a 2005 y el doctorado de 2006 a 2010”.
Posteriormente el Dr. Santillán hizo una estancia postdoctoral en la Universidad Federal de Santa Catarina, Brasil, donde trabajó con el Dr. Carlog Galup en el Laboratorio de Circuitos Integrados. El Dr. Galup es uno de los autores del modelo ACM del transistor MOSFET. Concluido el proceso de postdoctorado en Brasil, el Dr. Santillán decidió retornar a Perú para iniciar dos caminos, el vínculo académico y ver el camino para crear una empresa que pueda hacer tecnología y tenga enlace con el mundo académico, y, además, buscar extender los brazos del INAOE en su país.
A su regreso a Perú, el Dr. Santillán realizó una estancia en la Universidad Peruana Cayetano Heredia donde logró un convenio de cooperación con el INAOE; luego fue consultor del Ministerio de Educación y en la actualidad desarrolla varias actividades. Actualmente es gestor junior en investigación, desarrollo e innovación para la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, adscrito a la Vicerrectoría de Investigación y Posgrado, en un programa que financia el Ministerio de Educación que busca analizar los procesos de I+D+I, proponer mejoras, llevarlas a cabo junto con la rectoría, los vicerrectores, decanatos.
Asimismo, es evaluador en Perú de proyectos de investigación básica e innovación tecnológica para el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica de Perú, que cuenta con el FONDECYT, un fondo de desarrollo de ciencia y tecnología en el Perú, y ha sido miembros del comité técnico de evaluación para los programas Innóvate Perú y Startup Perú, del Ministerio de la Producción.
Ha creado junto con unos amigos la empresa B-MATIC, que hace sistemas inteligentes como casas inteligentes, edificios inteligentes, auditorios totalmente automatizados con aplicativos, reconocimiento de voz, etc. “Controlamos todo: iluminación, audio, aire acondicionado, cortinas, audio streaming, todo lo que tenga que ver con seguridad. Representamos a dos o tres marcas importantes y estamos en pos de crear nuestra propia marca tecnológica. Ser científico no te debe impedir ser empresario. Aquí en Perú es difícil convencer al empresario de que invierta en ciencia y tecnología porque no las entiende. Es más fácil que alguien que hizo un doctorado o que tenga una formación científica se vuelva empresario y será más sencillo que su empresa colabore con una universidad porque va a entender lo que se hace en el laboratorio, el proceso de investigación y de desarrollo tecnológico, los tiempos y, al mismo tiempo, va a entender el lado empresarial”.
La empresa ya firmó un acuerdo de cooperación y desarrollo tecnológico con el INAOE y, para avanzar en esta dirección, el Dr. Santillán realizó hace poco una estancia en el INAOE para aprender tecnologías. “Ahora estamos a punto de firmar un acuerdo de cooperación y desarrollo tecnológico similar con la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, ya tendríamos dos acuerdos y siempre estoy triangulando con el INAOE con proyectos que hagamos en la Universidad de San Marcos vinculemos al INAOE, no concibo todavía hacer un proyecto de investigación sin jalar al INAOE. Es mi camiseta”.
Interrogado sobre si cree que hay posibilidades de que México y Perú trabajen conjuntamente en temas de ciencia, tecnología e innovación, el Dr. Santillán responde que sí: “Concytec Perú ya tiene un acuerdo con el Conacyt de México, eso abre un marco para la colaboración. Veo realidades, inquietudes y prioridades muy similares, entonces algún proyecto que a México interese como país también puede interesar en Perú. Como la educación, que se busca llegar a zonas muy alejadas donde no hay Internet ni escuelas. Debemos ver cómo llevar esa educación con ciencia y tecnología, con ciencias computacionales, tecnologías de información, cómo enseñar a los chicos en educación básica regular a hacer ciencia y tecnología a través de las actividades de divulgación como las del INAOE”.
También ve posibilidades de colaboración en el área de Biotecnología para combatir las enfermedades tropicales, donde México está avanzando: “El INAOE tiene el posgrado en Ciencias y Tecnologías Biomédicas y podría cooperar con la Universidad de San Marcos en posgrados conjuntos de intercambio de investigadores. Perú necesita más científicos, México tiene más bases en ciencia y tecnología, en capacidad económica, en recursos humanos, y acá tenemos avances. Perú ha creado un ecosistema con Startup Perú, Innóvate Perú, el FONDECYT y CONCYTEC, hay fondos para hacer investigación en empresas y en los centros de investigación. Es un abanico importante de cosas que se pueden hacer y quizá lo que falte es el acercamiento”.
Finalmente, expresa: “Estudiar en el INAOE fue aprender a ver la luz en donde otros podrían ver solo oscuridad, aprender a superar limitaciones que podrían surgir de diferentes ángulos (presupuesto, tiempos cortos, entre otros). INAOE me hizo amar a México y me hizo enfatizar aún más que en esta parte del mundo, desde el Río Bravo hasta la Patagonia, puede hacerse un futuro propio con Ciencia y Tecnología. Para mí, finalmente, estar en el INAOE significó crearme una nueva familia de amigos y hermanos donde cada vez que vuelvo me siento en casa. El INAOE me dio un camino que en mi país no habría podido hacer”.