La historia dice que también existe una imagen en Michoacán.
El COVID-19 provocó que se perdieran muchas fiestas patronales en Puebla, donde la fe católica es muy grande hacia muchos santos, como el “Niño Cieguito” que hoy tiene su conmemoración en el templo de Templo de San Joaquín y Santa Ana.
Lo anterior no evitó que los poblanos acudieran este 10 de agosto a dar gracias por los milagros recibidos dentro de esta iglesia ubicada en el Centro de la Ciudad, donde se respetó en todo momento las medidas sanitarias por la pandemia del COVID-19.
El acceso se dio de forma gradual al templo, donde los católicos deben portar el cubrebocas, sentarse en los espacios señalados, tomarse la temperatura que no deberá ser mayor a 37.5 grados y colocarse gel antibacterial.
Historia
La historia cuenta que la imagen estaba en los brazos de la Virgen de la Merced en el templo Mercedario en Michoacán, cuando un 10 de agosto un protestante entro a la iglesia y desprendió con furia al infante de los brazos de su madre y comenzó a quitarle los brazos, además de las piernas.
Momentos más tarde la imagen comenzó a llorar y el hombre con un punzón le saco los ojos y derramo lágrimas de sangre, el hombre dejó abandonada la imagen en un cerro y posteriormente confesó su fechoría.
La imagen se decidió que fuera enviada al convento de las Capuchinas en Puebla lugar que se eligió por una rifa donde salió tres veces el nombre del convento.
Lo curioso del caso es que actualmente en Michoacán también se dice tener la imagen original, donde se le venera para problemas de los ojos y también contra los delincuentes.